Hoy te tiento con otra delicia: se trata de las «rosas del desierto», es decir, galletas crujientes con chispas de chocolate y cobertura de copos de maíz. Son muy fáciles de preparar con pocos ingredientes. Son perfectas para el desayuno y la merienda o para acompañar el café y el té; harán felices a tus hijos.
He elegido utilizar harina 0 en lugar de la tradicional 00 porque el resultado final para las galletas rosas del desierto me gusta mucho más, tanto en textura como en sabor.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 20
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 100 g Mantequilla (muy suave)
- 100 g Azúcar glas avainillado
- 165 g Harina 0
- 2 Huevos (medianos)
- 1 pizca Sal fina
- c.s. Cáscara de naranja (rallada)
- 50 g Chispas de chocolate negro
- c.s. Copos de maíz
- 1 cucharadita Levadura en polvo para postres (escasa)
Preparación
En un bol grande, batimos la mantequilla suave y el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa.
Añadimos luego la harina y la levadura tamizadas juntas, los huevos enteros, la sal, las chispas de chocolate (o chocolate troceado grueso) y la cáscara rallada.
Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén combinados y las chispas bien distribuidas dentro de la masa que quedará suave pero densa y compacta.
Ponemos los copos de maíz troceados muy gruesos en un plato hondo.
Forramos una bandeja con papel de horno; con la ayuda de 2 cucharillas, cogemos una nuez de mezcla de forma más o menos redondeada y la pasamos por los copos de maíz.
Colocamos las galletas rosas del desierto en la bandeja y seguimos así hasta terminar la mezcla. Metemos la bandeja en el frigorífico durante aproximadamente una hora. Este paso permitirá que las galletas se endurezcan y las chispas de chocolate no se derritan.
Las galletas pueden descansar también toda la noche en el frigorífico, bien cubiertas, y hornearse al día siguiente. No afectará ni al sabor ni a la textura, aunque la masa contenga levadura.
Después del reposo en la nevera, las horneamos en horno precalentado, a 180* durante unos 20/25 minutos como máximo o hasta que la base de las galletas esté dorada (vigílalas porque los tiempos de cocción y las temperaturas varían de horno a horno).
Las sacamos del horno y, cuando estén bien frías, las espolvoreamos con azúcar glas.