Gazpacho andaluz

El gazpacho andaluz es realmente un plato vegetariano extraordinario, no solo por el sabor y el aroma de sus ingredientes, que deben ser frescos, de temporada y utilizados en crudo, sino también porque puede disfrutarse como una sopa o beberse como un trago. El gazpacho, cuyo ingrediente principal son los tomates rojos maduros (de los cuales nuestra tierra está riquísima), debe servirse estrictamente frío; por lo tanto, es un remedio en verano, porque nos permite llenarnos de vitaminas, minerales, fibra y así sucesivamente, pero también es refrescante y ligero, características que no son menores cuando hace mucho calor. Los ingredientes para realizar esta preparación son aquellos que encontramos diariamente en nuestras cocinas, típicos de la cocina mediterránea, por lo que son fácilmente accesibles; además, es facilísima y muy rápida. Hay quienes añaden pan para dar más cuerpo al gazpacho, quienes no lo hacen; o quienes usan una cantidad mayor de un ingrediente en lugar de otro, pero lo que importa es que los elementos básicos que lo caracterizan estén presentes; luego, nos tocará a nosotros personalizarlo según nuestros gustos y necesidades.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 10 Minutos
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 4
  • Métodos de Cocción: Sin cocción
  • Cocina: Española
  • Estacionalidad: Primavera, Verano

Ingredientes

  • 600 g tomates rojos (maduros)
  • 200 g pepino
  • 200 g pimiento verde
  • 1 cebollines frescos
  • 60 g pan o panecillo (también sin gluten)
  • 1 diente ajo (sin germen interno)
  • c.s. aceite de oliva virgen extra
  • c.s. sal fina
  • 1 cucharada vinagre de vino blanco

Pasos

En algunas recetas de sitios españoles, el pan no se añade a la preparación, incluso cuando la intención es servir el gazpacho como sopa fría (por lo tanto, cuando sería necesario dar un poco más de densidad a la crema), sino que se sirve por separado, como acompañamiento, en forma de picatostes. Es una cuestión de gustos y elecciones personales; tengamos en cuenta, sin embargo, que si queremos servir el gazpacho como bebida, no debe ser demasiado espeso, sino de la consistencia adecuada para poder beberse incluso con una pajita (como un batido tradicional, no demasiado espeso ni demasiado líquido).

En cuanto a los tomates, si añades el pan al batido de verduras, puedes optar por no quitar la piel y las semillas; de hecho, gracias al pan, la mezcla resultará perfectamente lisa y aterciopelada.

De lo contrario, hacemos de esta manera: ponemos agua en una olla y la calentamos; debe llegar a hervir, luego apagamos. Mientras tanto, después de lavar los tomates, hacemos una incisión en forma de cruz tanto en la parte de la piel donde se encuentra el tallo como en la parte opuesta.

Cuando el agua esté hirviendo, añadimos los tomates, cubrimos y dejamos por solo 30 segundos, girándolos en el agua hirviendo de vez en cuando. Luego los sacamos del agua y, sin quemarnos, eliminamos la piel que, gracias a los cortes y al agua hirviendo, se desprenderá fácilmente. Finalmente, los cortamos por la mitad y dejamos caer en un bol tanto las semillas como el líquido de vegetación (que se puede recuperar, filtrar y añadir al gazpacho).

Preparación Gazpacho andaluz. Comenzamos lavando todas las verduras que usaremos y quitando las partes dañadas o de desecho no comestibles.

En el recipiente grande de una batidora de mano o de una potente licuadora, cortamos en trozos los tomates (así el agua de vegetación de los mismos no se perderá), los pepinos, el pimiento, el cebollino y el ajo (sin piel y sin germen interno).

Batimos solo por unos segundos, luego añadimos la sal (sin exagerar porque siempre se puede añadir en un segundo momento), el aceite, el vinagre y la mitad del pan desmenuzado (tanto la corteza como la miga).

Batimos muy bien hasta obtener una mezcla lisa y probamos para ajustarla de sal o vinagre, si nos gusta una nota ácida más marcada.

Si la consistencia alcanzada es justo la que queremos, entonces no será necesario añadir el pan restante, de lo contrario, lo añadimos y batimos nuevamente hasta obtener un gazpacho bastante denso, aterciopelado, para servir como sopa.

Si deseamos servir el gazpacho como bebida, añadimos el pan solo después de haber batido todos los ingredientes. Según la consistencia obtenida, podemos decidir si añadirlo o no y, en este último caso, servir el pan como pequeños picatostes (a la parrilla) de acompañamiento.

Recomiendo filtrar el gazpacho, especialmente si debe servirse como bebida, ya que cualquier rastro de semillas o pieles podría resultar muy desagradable al paladar, y poner en el congelador los vasos o copas en los que lo serviremos.

Cubrimos la preparación obtenida, la guardamos en la nevera en un recipiente bien cerrado y la servimos solo poco antes de disfrutarla, completándola con otro chorrito de aceite y especias a gusto como decoración.

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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