El helado de moras negras se puede preparar muy fácilmente en casa, sin necesidad de tener una heladera. Es aromático, exquisito, no contiene huevos. Es perfecto para terminar una comida copiosa, para ofrecer un postre diferente, como merienda o para combatir de manera deliciosa el calor del verano.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 1/2 kg de helado
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes
- 300 g Moras negras
- 300 ml Leche entera
- 200 g Azúcar
- c.s. Cáscara de limón
- 200 ml Nata fresca líquida
- 1 pizca Sal fina
Preparación
Primero, pongamos el contenedor para el helado en el congelador (puede ser de acero o vidrio).
En un cazo calentamos la leche con el azúcar, la pizca de sal y la cáscara de limón.
Esperamos a que el azúcar se disuelva, luego apagamos y dejamos enfriar completamente.
No hervir la leche.
Lavamos las moras bajo agua corriente, delicadamente, luego dejamos escurrir. Para eliminar el pedúnculo de los frutos, nos ponemos guantes de látex (ya que las moras manchan), luego, con una mano agarramos el pedúnculo y con la otra retiramos la pulpa del fruto. Trituramos las moras completamente o a grandes rasgos, dependiendo de si nos gusta verlas y sentirlas en el helado. Vertemos la fruta triturada en la leche ya bien fría y mezclamos.
Batimos la nata fría de nevera bien firme, luego, con un movimiento de arriba abajo, la incorporamos perfectamente a la mezcla de leche y moras.
Vertemos la mezcla en el recipiente hermético y lo colocamos en el congelador. Después de 3 horas, retomamos la mezcla, que mientras tanto habrá comenzado a congelarse, y la batimos de nuevo. Repetimos esta operación cada 3 horas, otras dos veces. Para disfrutar al máximo del helado de moras negras recomiendo dejarlo madurar al menos 24 horas antes de probarlo.
*Actualización. He probado un nuevo método para obtener un helado muy cremoso, y dado que el resultado ha sido impresionante, quiero compartirlo con vosotros. Añadí la nata, a la mezcla de leche y moras trituradas, sin montarla, es decir, líquida. Luego, lo batí todo durante aproximadamente un minuto, con una batidora de mano (también sirve la batidora tradicional) para incorporar tanto aire como sea posible. Vertí la mezcla líquida en el recipiente y lo dejé en el congelador, sin volver a tocarlo, dejándolo madurar durante 12 horas. Maravilloso. Elijan el método que prefieran, pero me atrevo a recomendarles este último, que también he probado con otros helados que preparo a menudo.