El jarabe de menta fresca es una auténtica delicia muy aromática, refrescante, rápida y lista para usar. Es una preparación muy fácil de realizar y con la que podremos preparar exquisitas bebidas para ofrecer a nuestros invitados después de una comida, en un buffet, etc. Es ideal para refrescar los calurosos días de verano, ya próximos. También es excelente para crear cócteles o topping para postres y helados. Este jarabe casero es natural, no contiene colorantes; la intensidad más o menos fuerte del color del jarabe depende de la cantidad de hojas de menta añadidas. Podemos beberlo al final de la comida o durante el día, especialmente cuando hace mucho calor.

- Dificultad: Muy fácil
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 2 l aproximadamente
- Métodos de Cocción: Hornillo
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano, Primavera, Verano
Ingredientes
- 1 l Agua
- 1 kg Azúcar
- 100 g Hojas de menta fresca
- q.b. Cáscara de limón (rallada)
- 1 cucharada Zumo de limón
- 1 pizca Sal fina
Preparación
1) Lavamos bien las hojas de menta con agua corriente y las ponemos en una olla con el agua, el azúcar, la cáscara rallada, el zumo de limón (que ayudará a resaltar el sabor y el aroma de la menta) y la pizca de sal. Llevamos a ebullición, dejamos que el azúcar se disuelva y hervimos el jarabe durante 5 minutos a fuego alto.
2) Apagamos y dejamos enfriar completamente el jarabe antes de eliminar las hojas de menta y la cáscara de limón. Lo vertemos en una botella de 1 litro con cierre hermético o botellitas de zumo de fruta.
3) Para preparar deliciosas bebidas será suficiente diluir 1 parte de jarabe concentrado de menta con 3 o 4 partes de agua, según los gustos personales. Las bebidas también se pueden preparar con antelación y poner en la nevera hasta el momento de servirlas con hojitas de menta fresca y piel de limón para decorar.
La idea extra. Si deseamos conservar el jarabe por mucho tiempo, podemos esterilizarlo como se hace con las conservas. Justo después de filtrar y verter el jarabe, llenamos las botellas y las cerramos herméticamente (en este caso sería mejor utilizar las pequeñas de zumo de fruta). Las ponemos a hervir, en agua ya hirviendo, durante 30 minutos. Para evitar que las botellas choquen entre sí, durante la fase de ebullición, envolvámoslas individualmente en paños de cocina. Dejamos que se enfríen completamente antes de sacarlas del agua. De esta manera podremos ofrecer y disfrutar esta delicia todo el año.