La mermelada de calabaza es solo una de las muchas formas de disfrutar de esta maravillosa hortaliza otoñal. Es facilísima, aromática, deliciosa, colorida; se puede combinar con asados, quesos curados; o simplemente disfrutarla en el pan en el desayuno o como relleno de tartas o cruasanes.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 4 Horas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno, Todas las estaciones
Ingredientes
- 1 kg Pulpa de calabaza
- 500 g Azúcar
- 2 hojas Laurel
- 2 Limones
- 2 g Sal fina
Preparación
Para preparar esta mermelada, podréis usar la calabaza que queráis.
Esterilicemos los tarros y las tapas herméticas para nuestra mermelada de calabaza. Recomiendo usar tarros no demasiado grandes; de este modo consumiremos la mermelada más rápidamente. Los tarros, una vez abiertos, deben conservarse en el frigorífico.
Cortamos en trozos grandes la pulpa de calabaza y la ponemos en una batidora. La trituramos groseramente y la transferimos a una olla grande. Añadimos el azúcar y dejamos reposar, cubierto, por al menos 3 horas, hasta que la calabaza haya soltado toda el agua de vegetación en contacto con el azúcar.
Después de tres horas ponemos la olla en el fuego más pequeño a llama alta. Añadimos los limones bien lavados y cortados en trozos grandes (sirven tanto para espesar como para mantener vivo el color y para aromatizar la mermelada de calabaza), el laurel y la sal. Removemos y cocinamos durante unos 60 minutos a fuego medio/bajo, hasta que los trozos de limón estén muy tiernos y el líquido haya sido completamente absorbido. Removemos la mermelada con frecuencia para evitar que se pegue al fondo de la olla.
Eliminamos las hojas de laurel y los trozos de limón, vertemos inmediatamente la mermelada caliente en los tarros, llenándolos hasta 1 cm. del borde. Los cerramos herméticamente y los volteamos inmediatamente. De esta forma permitiremos la formación del vacío que garantizará una larga conservación y la seguridad del producto.