Mermelada de zanahorias con limón y jengibre

Si os gusta acompañar los quesos curados o de sabor fuerte con mermeladas, os recomiendo probar esta delicia hecha con zanahorias, jengibre y limón. Es una mermelada inusual pero muy sabrosa, dulce, con un aroma intenso y aromático, y un sabor delicado. Sin embargo, su uso no se limita solo a los quesos; también se puede disfrutar sola, simplemente untada en un buen pan fresco para el desayuno o la merienda; o como relleno de tartas y pasteles. La mermelada de zanahorias con limón y jengibre es muy fácil de hacer, con ingredientes fácilmente disponibles y a un costo muy bajo.
 

  • Dificultad: Fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de preparación: 1 Hora
  • Métodos de Cocción: Hornillo
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

  • 1 kg Zanahorias
  • 400 g Azúcar
  • 2 Limones
  • 2 Jengibre
  • c.s. Agua
  • c.s. Sal fina

Preparación

  • 1) Lavamos las zanahorias, les cepillamos la piel, eliminamos los extremos y las cortamos groseramente.

    2) Las ponemos en una olla grande con el jengibre rallado, el zumo de los limones y las cubrimos con agua fría (el agua solo debe cubrir las zanahorias, sin exagerar).

    3) Las cocinamos a fuego medio, con la tapa, hasta que estén tiernas. Gracias al zumo de limón, las zanahorias mantendrán su color vivo y maravilloso.

    4) Escurrimos las zanahorias (sin tirar el agua), las aplastamos con un tenedor y las volvemos a poner en la olla, añadimos el azúcar, la cáscara finamente rallada de los limones y una pizca de sal fina. Gracias al azúcar se formará un líquido que no debe eliminarse.

    5) Las cocinamos sin tapa a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que todo el líquido esté casi completamente absorbido y la mezcla tenga la consistencia de una mermelada. Tarda aproximadamente 40/50 minutos, dependiendo de la consistencia que queramos darle a nuestra mermelada, es decir, si la deseamos más fluida o más densa. Hacemos la prueba del platito, vertiendo encima una cucharadita de mermelada. Inclinamos el platito y observamos si la mermelada baja rápidamente o no. En el primer caso podemos dejarla cocinar unos minutos más.

    6) Tan pronto alcance la consistencia deseada, la vertemos caliente en frascos ya esterilizados, hasta un centímetro del borde, los cerramos herméticamente y los volteamos, para permitir la formación del vacío. Los dejamos enfriar completamente. La mermelada de zanahorias y jengibre está lista para disfrutar.

Notas

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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