Preparación

• Lavamos las alcachofas, eliminamos la punta y las hojas externas más duras. Cortamos los tallos, eliminamos la parte externa fibrosa y dura y los cortamos en trozos.
  Cortamos las alcachofas por la mitad, eliminamos la pelusa interna (con una cucharita) y luego las cortamos finamente con un cuchillo de hoja lisa bien afilado. Las vamos colocando, a medida que las cortamos, en un bol lleno de agua y zumo de limón.

  Preparamos el condimento. Escurrimos las rodajas de alcachofas y los trozos de tallo y los colocamos en un colador. Mientras tanto, doramos, a fuego bajo y en 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo con su piel. Tan pronto como se dore, lo retiramos y añadimos las alcachofas, subimos el fuego y las rehogamos removiendo continuamente.
  Rociamos con 1/2 tacita de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.

  Luego bajamos el fuego, añadimos 1/2 vaso de agua, tapamos y dejamos cocinar durante unos 12/15 minutos o hasta que las alcachofas estén tiernas, pero no deshechas.

  Mientras las alcachofas se cocinan, ponemos a hervir el agua para la pasta. Cuando las pappardelle estén muy al dente (después de unos 5 minutos), las escurrimos, reservamos un cucharón de agua de cocción y las añadimos al condimento de alcachofas. Removemos con frecuencia y terminamos de cocinar la pasta en la salsa (1-2 minutos como máximo), añadiendo agua de cocción cuando sea necesario.
  Espolvoreamos con perejil picado, un poco de pimienta fresca o guindilla y servimos.