Pepitas de patatas a la salvia sin yemas

Las pepitas de patatas a la salvia sin yemas son deliciosas, sabrosas y aromáticas. Podemos prepararlas como finger food en los aperitivos, entrante o guarnición para el almuerzo del domingo, fiestas y así sucesivamente. Las pepitas de patatas contienen solo claras y no yemas y, por lo tanto, son adecuadas para aquellos que tienen intolerancia a estas últimas. Las pepitas de patatas son muy fáciles, personalizables y se pueden preparar con antelación para luego ser fritas o cocidas al horno en el último momento. Este delicioso aperitivo también nos permite aprovechar las sobras de patatas cocidas o claras.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Muy económico
  • Tiempo de reposo: 1 Hora
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Tiempo de cocción: 20 Minutos
  • Porciones: 30
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera

Ingredientes

  • 400 g patatas cocidas
  • 4 cucharadas pecorino romano
  • 4 hojas salvia fresca
  • 1 clara de huevo
  • c.s. sal fina
  • c.s. pimienta
  • c.s. pan rallado (también sin gluten)

Preparación

  • Cocemos las patatas, las pelamos, las pasamos dos veces por el pasapurés, las extendemos con el dorso de una cuchara y las dejamos enfriar un poco.

    Mientras la puré de patatas se enfría, rallamos el pecorino romano, picamos finamente la salvia (como alternativa usamos una cucharadita rasa de salvia seca u otras especias al gusto) y ponemos pan rallado en un bol pequeño.

    En un bol grande ponemos la puré de patatas fría, el queso, la clara de huevo sin montar, la salvia picada, una pizca de sal fina y la pimienta (si nos gusta). Mezclamos los ingredientes hasta que se integren completamente. Deberá resultar una mezcla suave y bastante compacta como para permitirnos formar las pepitas sin problemas. De lo contrario podemos añadir a la mezcla 1 cucharada más o menos colmada de pan rallado.

    Con la ayuda de una cucharita tomamos una cantidad del tamaño de una nuez, la enrollamos entre las manos, la pasamos por el pan rallado. Continuamos hasta terminar los ingredientes.

    En este punto podemos cocinarlas inmediatamente después de empanarlas. Se pueden freír o cocer al horno.

    Si optamos por la cocción al horno, ponemos la temperatura a 200* y cocemos las pepitas a media altura en el horno ya caliente durante unos 15/20 minutos. No prolongamos demasiado la cocción porque podrían secarse demasiado por dentro. Deberán quedar algo húmedas y suaves.

    Podemos, además, decidir congelarlas para tenerlas siempre a mano. En este caso alineamos en una bandeja las pepitas ya pasadas por el pan rallado (así no se pegarán entre sí), las cubrimos con film transparente y las metemos en el congelador. Cuando las pepitas estén congeladas podremos transferirlas a una bolsa para alimentos. No se deben descongelar antes de la cocción (fritas o al horno, según lo que elijamos).

    Mi consejo. Para evitar que durante la cocción al horno las pepitas se expandan en la bandeja o se abran, después de empanarlas, las ponemos en la nevera durante una hora. De esta manera no solo mantendrán la forma sino que se sazonarán más.

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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