Pizza de primavera con anchoas y orégano

La pizza de primavera es una masa fermentada deliciosa y muy aromática, gracias a la presencia del orégano fresco, especia primaveral, cuyo sabor y aroma me encantan. Gracias a la presencia de la harina de maíz, la pizza de primavera tiene una nota rústica sabrosa y tentadora. Su fácil preparación pasa por tres levados que la hacen extremadamente suave y digerible, lo que nos permite disfrutarla incluso al día siguiente, tal vez fría, sin necesidad de recalentarla. Podemos prepararla para la cena del sábado por la noche, para una excursión o incluirla en un buffet. El aderezo de la pizza se puede personalizar según nuestros gustos y las ocasiones.

  • Tiempo de reposo: 6 Horas
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 6
  • Métodos de Cocción: Horno
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Primavera, Primavera, Verano

Ingredientes

  • 50 g harina 0
  • 35 ml agua
  • 5 g levadura de cerveza fresca
  • 250 g harina 0
  • 75 g harina de maíz fino
  • 6 g sal fina
  • 160 ml agua
  • levadura fermentada
  • 10 tomatitos cherry
  • 10 hojas orégano fresco (o medio cucharadita escasa de orégano seco)
  • c.s. aceite de oliva virgen extra
  • c.s. sal gruesa
  • c.s. filetes de anchoa

Herramientas

  • 1 Bandeja

Pasos

  • Para realizar nuestra deliciosa pizza de primavera, necesitaremos una bandeja redonda de 28-30 centímetros de diámetro como máximo.

    Comenzamos preparando el pre-fermento (o levadura madre, como prefieras llamarlo) que dará al masa digeribilidad, sabor y suavidad que podremos disfrutar incluso al día siguiente (si la pizza no se consume por completo).

    Desmenuzamos la levadura de cerveza fresca en un bol no muy grande. Añadimos el agua a temperatura ambiente y la disolvemos con un tenedor o con los dedos.

    Incorporamos la harina 0 tamizada y mezclamos bien hasta obtener una masa suave. Sellamos el bol con film alimentario y esperamos a que la masa fermente, duplicando su volumen inicial.

    Cuando la levadura haya duplicado su volumen, la trasladamos a un bol grande para preparar la masa de la pizza.

    Incorporamos la harina 0 tamizada y la harina de maíz fino y comenzamos a mezclar todo.

    Añadimos poco a poco la mitad del agua (no todas las harinas absorben los líquidos en la misma cantidad, y podría ser necesario un poco más o menos de la cantidad indicada, por lo que es recomendable añadirla gradualmente, para evitar masas demasiado duras o blandas e inmanejables) continuando a mezclar con las manos o con el gancho de una amasadora.

    Cuando nos demos cuenta de que la masa de la levadura se ha disuelto y amalgamado con las harinas, añadimos la sal y el agua restante, siempre poco a poco, hasta obtener una mezcla suave pero fácil de trabajar, ni líquida ni dura.

    Continuamos amasando en el bol; la masa está lista cuando se presenta elástica, lisa y ya no se adhiere a las manos (recomiendo trabajarla en el bol y no sobre la mesa para evitar añadir más harina para hacerla menos pegajosa durante el amasado). A mano podría tomar de 5 a 10 minutos como máximo.

    Sellamos el bol y esperamos a que la masa duplique su volumen (los tiempos de fermentación dependen de la temperatura ambiente; cuanto más frío esté el ambiente, más tiempo tardará la masa en fermentar y viceversa).

    Mientras la masa fermenta, podemos dedicarnos a los tomatitos, lavándolos, secándolos y cortándolos en gajos. Los colocamos en un bol hasta el momento de usarlos, sin añadir aceite, sal u otro condimento.

    Si vamos a utilizar orégano fresco, lavamos y secamos 10 hojas.

    Cuando esté bien fermentada, engrasamos la bandeja elegida, volcamos dentro, cuidadosamente, la masa y, siempre con cuidado, la extendemos hasta cubrir toda la superficie de la bandeja. Insertamos en la masa (recordemos, con cuidado) los tomatitos cortados y frotamos ligeramente la superficie de la pizza con algunas hojas de orégano fresco o seco. Colocamos la bandeja en el horno apagado y la dejamos fermentar por última vez, aproximadamente una hora (dependiendo de si el ambiente es frío o cálido).

    Transcurrido el tiempo, sacamos la bandeja del horno y procedemos a encenderlo, llevándolo a la temperatura máxima.

    Mientras tanto, aderezamos la pizza solo con un hilo de aceite de oliva virgen extra y unos granos de sal gruesa, sin exagerar dado que las anchoas ya son muy saladas.

    Horneamos la pizza a media altura, en el horno caliente, durante unos 10-12 minutos (depende de nuestro horno y del modo de cocción elegido, ya sea estático, ventilado o con cocción simultánea arriba y abajo).

    Cuando la base de la pizza esté dorada, apagamos y la sacamos, aderezándola con filetes de anchoa bien escurridos del exceso de aceite (la cantidad dependerá de vuestros gustos) y hojas de orégano fresco.

    Buen provecho

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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