Suave, aromático, facilísimo y bastante rápido de hacer, no contiene gluten ni lactosa, es el plumcake perfecto para el desayuno o la merienda. Es ideal para acompañar el café, el té, un chocolate caliente delicioso o simplemente degustarlo solo, tal vez acompañado de una bola de helado o una salsa de café, de vainilla, de cítricos y así sucesivamente. Su bondad te conquistará tanto por el sabor como por el aroma. Podemos personalizar esta receta según nuestros gustos y necesidades. Al final de la receta, encontrarás sugerencias para reemplazar algunos ingredientes.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 200 g harina de arroz
- 50 g fécula de patata sin gluten
- 3 huevos enteros medianos
- 125 g mantequilla derretida
- 150 ml leche sin lactosa
- 120 g azúcar granulada
- 1 sobre levadura en polvo para dulces sin gluten
- 2 g sal fina
- aromas al gusto
Herramientas
- 1 Batidora
Pasos
Para hacer nuestro delicioso y esponjoso plumcake para desayuno sin gluten, empezamos sacando del frigorífico los huevos, la leche y la mantequilla, al menos una hora antes de empezar a preparar el dulce (si la temperatura en casa es elevada, bastan 30 minutos).
Forramos un molde de plumcake de 30 centímetros con papel de horno. Para que el papel de horno se adhiera bien, es suficiente humedecer el molde, arrugar el papel de horno y luego alisarlo con las manos dentro del molde y alisarlo; o bien, podemos enmantecarlo y enharinarlo con harina de arroz.
Personalmente, en general, prefiero esta segunda opción, ya que el papel de horno retiene demasiada humedad creando una condensación molesta en la base que podría arruinar el producto final, sobre todo cuando no es posible sacarlo del molde de inmediato.
Encendemos el horno a 170° (máximo 180°, dado que los productos a base de almidones y harinas sin gluten no soportan las temperaturas demasiado altas).
Tamizamos en un bol la harina de arroz, la fécula y la levadura para dulces, añadimos la sal fina, los mezclamos con un tenedor o una cuchara y los reservamos momentáneamente.
Derretimos la mantequilla a fuego muy bajo; una vez derretida la dejamos reposar unos minutos, hasta que los huevos y el azúcar estén montados a la perfección.
En otro bol, que deberá ser grande, rompemos los huevos, añadimos el azúcar y los batimos con las varillas eléctricas a máxima velocidad durante 2 minutos (no es necesario batir más). Obtendremos una mezcla muy inflada, muy similar a un zabaglione espumoso, que habrá pasado del amarillo intenso de los huevos a un amarillo muy claro y habrá duplicado su volumen.
A esta mezcla añadiremos a mano, sin usar las varillas eléctricas sino una espátula o una varilla de acero, los ingredientes líquidos, es decir, primero la leche y luego la mantequilla derretida ya templada, incorporándolos muy delicadamente a la mezcla de huevos, con un movimiento de abajo (es decir, desde el fondo del bol) hacia arriba, mientras hacemos girar poco a poco el bol para que se mezclen uniformemente.
Cuando hayamos terminado de incorporar los ingredientes líquidos, añadiremos poco a poco la mezcla de polvos que habíamos tamizado previamente, los aromas al gusto (una cucharadita de licor, o ralladura de cítricos, canela, etc…) incorporándolos uniformemente también con delicadeza y con el mismo movimiento de abajo hacia arriba, lo justo para obtener una mezcla lisa, sin grumos y fluida.
Vertimos la mezcla inmediatamente en el molde, lo golpeamos suavemente sobre la mesa para que se asiente de manera uniforme y que no haya espacios vacíos y al horno a media altura durante unos 35-40 minutos aproximadamente, dependiendo del tipo de horno.
A tal respecto, quiero precisar dos cosas:
1) Los tiempos de cocción están calibrados en mi horno a gas, con cocción estática y calor solo desde abajo.
2) Como ya he escrito en el procedimiento, arriba, este tipo de harinas no soporta temperaturas demasiado altas, por lo que si tu horno cocina con calor que viene simultáneamente desde abajo y desde arriba, estático o ventilado que sea, mantente a 170°; de lo contrario, no superes los 180°.
Para verificar la cocción, clava el plumcake en el centro con una brocheta larga de acero o de madera que deberá salir perfectamente seca; en este caso, apaga inmediatamente y saca el molde del horno, para evitar que el calor residual del horno seque el dulce.
Déjalo enfriar no más de 30 minutos antes de sacarlo del molde, con cuidado, por favor. Ponlo en el plato de servir y cuando esté completamente frío podrás espolvorearlo con azúcar glas o una mezcla de azúcar glas y una cucharadita rasa de cacao amargo.
Nuestro plumcake para desayuno sin gluten se puede conservar en un portatartas o en una bolsa grande para alimentos durante varios días.
La idea extra.
La harina de arroz y la fécula de patata pueden ser reemplazadas con 250 gramos de mezcla sin gluten para dulces (asegúrate de que no contenga azúcar, levaduras y sal).
Podemos sustituir la mantequilla derretida con 100 mililitros de aceite de semillas con sabor delicado; sin embargo, la consistencia será un poco diferente, es decir, bastante friable, precisamente debido al aceite.
Podemos sustituir la leche de vaca con 130 mililitros de bebida vegetal o de jugo de naranja, mandarina o limón exprimidos frescos.
¡Buen provecho!