Preparación

• 1) Preparamos un caldo ligero con un poco de cebolla dorada (que tiene un sabor más delicado y aromático), zanahoria, 5 hojas de albahaca troceadas, la punta de una cucharadita de cúrcuma, apio y sal gruesa al gusto. Llevamos a ebullición y dejamos cocer el caldo por no más de 10 minutos. Apagamos y eliminamos las verduras.

  2) Calentamos a fuego bajo una cacerola sin añadir ningún tipo de grasa. Una vez caliente, vertemos el arroz (carnaroli, vialone nano) y lo dejamos tostar hasta que esté muy caliente (lo tocamos de vez en cuando), removiéndolo continuamente; el arroz debe permanecer blanco, no debe quemarse. Es importante que el recipiente sea lo suficientemente grande para poder distribuir el arroz en el fondo y tostarlo de manera uniforme.

  3) Cuando el arroz esté tostado, vertemos lentamente (cuidado con las posibles salpicaduras calientes) un abundante cucharón de caldo hirviendo, continuando a remover. Añadimos el siguiente caldo antes de que el anterior sea completamente absorbido. Es fundamental que el arroz sea removido continuamente para evitar que queden granos crudos. Reducimos la cantidad de caldo a añadir a medida que el risotto esté casi cocido.

  4) Cuando el arroz esté bien hinchado y al probarlo esté ligeramente al dente, apagamos el fuego, lo retiramos de los fogones y lo cubrimos. Lo dejamos reposar por unos 2 minutos, después añadimos las hojas restantes de albahaca troceadas finamente con las manos y un poco de queso grana rallado, mezclamos y servimos inmediatamente.

  ¡Buen provecho!