El risotto con alcachofas es un primer plato que, gracias a su color y aroma, estimula la vista y el apetito. Es un risotto muy fácil de preparar, es ligero y podemos proponerlo para el almuerzo y en ocasiones importantes. Completan el plato, además de resaltar el sabor de las alcachofas, la salvia y la cúrcuma; una combinación sabrosa e inusual.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Medio
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 4
  • Métodos de Cocción: Horno
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Invierno, Primavera

Ingredientes

  • 150 g Arroz Carnaroli
  • 3 Alcachofas mammole
  • 3 hojas Salvia
  • c.s. Aceite de oliva virgen extra
  • c.s. Sal fina
  • 2 cucharas Vino blanco seco
  • c.s. Sal gruesa
  • 1 pizca Cúrcuma en polvo
  • 1 pizca Pimienta molida
  • 1 Nuez de mantequilla
  • 1 cuchara Queso de mesa (rallado)
  • 4 vasos Agua

Preparación

  • Podemos usar también corazones de alcachofa congelados; en este caso se necesitan 5.

    Limpiamos las alcachofas, cortando primero la punta. Eliminamos las hojas exteriores duras y fibrosas, hasta llegar al corazón.

    Cortamos también los tallos, eliminando la corteza exterior también dura y fibrosa, luego los reducimos a trozos.

    Golpeamos suavemente las alcachofas, boca abajo, sobre la mesa, para abrirlas en el centro y eliminamos cualquier heno interno con la ayuda de un cuchillito.

    Las ponemos en una cacerola, las cubrimos hasta el borde con 4 vasos llenos de agua (servirán para el caldo del risotto), una cuchara de vino blanco seco y una pizca de sal gruesa.

    Tapamos y dejamos que hiervan a fuego bastante vivo durante 10 minutos. Este paso las hará muy tiernas, aptas para todos los paladares, incluso el de los niños. Apagamos y dividimos las alcachofas a la mitad o en cuatro partes, según los gustos y el tamaño.

    En una cacerola baja calentamos aceite de oliva virgen extra (1 cuchara generosa).

    Cuando el aceite esté muy caliente agregamos las alcachofas y las hacemos dorar durante un par de minutos, a fuego alto, removiendo con frecuencia. Añadimos también el arroz y lo dejamos tostar durante unos 2 minutos, removiendo continuamente, hasta que se vuelva translúcido.

    En este punto, lo bañamos con el vino restante y dejamos que el alcohol se evapore. Sazonamos (poco), añadimos la pimienta molida y comenzamos a rociar con el caldo de cocción de las alcachofas.

    Tan pronto como el caldo comience a secarse, añadiremos más. A medida que el risotto se acerque a la cocción, la cantidad de caldo a añadir disminuirá; ajustamos de sal solo si lo consideramos necesario.

    Tan pronto como el arroz esté al dente, apagamos y lo retiramos del fuego, añadimos una nuez de mantequilla, queso rallado, una pizca de cúrcuma en polvo y las hojas de salvia picadas muy finamente. Removemos, tapamos y dejamos reposar el risotto con alcachofas durante un par de minutos antes de servirlo.

    Buen provecho

Notas

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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