Risotto con espinacas y gorgonzola

Colorido, sabroso y cremoso, el risotto con espinacas y gorgonzola es un primer plato vegetariano ligero, extraordinario, facilísimo y cocinado sin el clásico tostado en aceite o mantequilla. Es perfecto para todas las ocasiones, incluso las especiales, tanto por su sabor como por la simplicidad de su preparación.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 3 porciones
  • Métodos de Cocción: Hornillo
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera

Ingredientes

  • 150 g Arroz Carnaroli
  • 100 g Espinacas congeladas (o 500 g de espinacas en hoja)
  • c.s. Gorgonzola
  • c.s. Caldo vegetal
  • c.s. Sal gruesa
  • c.s. Pimienta blanca molida

Preparación

  • Preparamos el caldo vegetal con 2 zanahorias, 1 rama de apio, puerro y sal gruesa al gusto.

    Desde el primer hervor, dejamos cocinar el caldo durante 10 minutos. Serán suficientes unos 700 ml de caldo.

    Escaldamos, en agua ya en pleno hervor, las espinacas congeladas. Las escurrimos y las picamos muy finamente a cuchillo. También podemos usar espinacas en hoja; en este caso, después de lavarlas y escurrirlas groseramente del exceso de agua, las ponemos en una olla grande con tapa y a fuego lento dejamos que se estofen durante 5 minutos, para que se marchiten. Luego las escurrimos del líquido que habrán soltado, las picamos bien y seguimos la receta como se describe a continuación.

    Calentamos una cacerola grande, sin añadir ningún tipo de condimento o grasa. Cuando la cacerola esté caliente, vertemos el arroz y lo mezclamos de vez en cuando, hasta que esté muy caliente.

    En ese momento empezamos a verter un cucharón de caldo hirviendo (con cuidado de no quemarnos). Mezclamos, añadimos también las espinacas y continuamos mezclando. Tan pronto como el caldo esté casi absorbido, añadimos más hasta que el arroz esté cocido.

    El risotto debe quedar al dente; además, a medida que el arroz se cocina, añadiremos cada vez menos caldo.

    Cuando el risotto esté al dente, apagamos y retiramos la cacerola del fuego. Añadimos el gorgonzola cortado en trozos y una pizca de pimienta blanca, mezclamos para que se derrita el queso, tapamos y dejamos reposar el risotto un minuto antes de servirlo.

Notas

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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