Hoy os propongo una rica y exquisita receta, que puede considerarse a todos los efectos un primer plato de carne: las sonrisas rellenas de salsa de carne y guisantes (podemos prepararlas también con las sobras del almuerzo del domingo). Son deliciosas, sabrosas, fáciles y, además, podemos hacer tanto las crepas como la bechamel sin gluten y sin lactosa. El «caparazón» de las «sonrisas» está hecho con crepas sin huevo, para no hacer el plato demasiado pesado. Las sonrisas con salsa de carne y guisantes pueden convertirse en una excelente alternativa para el almuerzo del domingo o para una cena entre amigos.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Cocina, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes
- 250 g carne picada (mezcla de vacuno y cerdo)
- 1/4 cebolla picada finamente
- 1/2 zanahoria picada
- c.s. tallo de apio en trozos
- 1 cucharada vino blanco seco
- c.s. sal fina
- 125 g guisantes ya cocidos
- 3 cucharadas puré de tomate
- c.s. guindilla (opcional)
- c.s. aceite de oliva virgen extra
- 100 g harina 00
- 30 g sémola de trigo duro
- 300 ml leche (a temperatura ambiente)
- c.s. especias al gusto
- 1 g sal fina
- c.s. mantequilla para la sartén
- 300 ml leche
- 30 g harina 00 o almidón de maíz
- 20 g mantequilla
- c.s. nuez moscada
- 1 cucharada queso rallado (grana, parmesano, etc…)
Pasos
Preparemos la salsa de carne y guisantes
Preparamos el picadillo aromático, picando juntos muy finamente la zanahoria, el apio y la cebolla.
Sacamos la leche de la nevera.
En cuanto a los guisantes, podemos usar guisantes en lata (solo después de enjuagarlos abundantemente con agua corriente), congelados o frescos si están de temporada, pero, en todos los casos, preferiblemente ya cocidos.
Ponemos a calentar una abundante cucharada de aceite de oliva virgen extra en un cazo bajo sobre el fuego medio a llama media.
Cuando el aceite esté caliente, añadimos la carne picada y dejamos que se dore a fuego vivo durante 5 minutos o hasta que esté completamente seca, sin líquidos de ningún tipo, removiendo muy a menudo.
Cuando la carne esté completamente dorada, añadimos el picadillo aromático, removemos y dejamos que se cocine por un par de minutos, manteniendo siempre la llama viva.
Después de un par de minutos, vertemos el vino, removemos y dejamos que se evapore la parte alcohólica durante un minuto, removiendo a menudo, por favor.
Cuando el alcohol haya evaporado, añadimos los guisantes, el puré de tomate, algunas hojas de albahaca, salamos, tapamos y dejamos cocinar durante 30 minutos, en el fuego más pequeño a llama media/baja, dejando una rendija entre el cazo y la tapa (la salsa debe quedar seca).
Mientras tanto, podemos preparar las crepas sin huevo.
Tamizamos la harina 00 y la sémola (podemos usar también solo harina 00 o 0 pero la sémola le da un toque de sabor extra y hace las crepas mucho más sabrosas, en mi opinión) juntas en un bol amplio.
Añadimos la leche (a temperatura ambiente), la sal y mezclamos hasta obtener una masa fluida como un yogur y lisa, sin grumos, que dejaremos reposar durante 15 minutos, cubriendo el bol con un platillo. Si la masa os parece demasiado densa, añadid una cucharadita o cucharada más de leche, dependiendo de la consistencia que queráis alcanzar.
Mientras la masa reposa, preparemos la bechamel.
En un cazo ponemos a derretir la mantequilla, a fuego bajo. Cuando esté fundida, añadimos la harina ya tamizada, mezclamos rápidamente con un batidor de acero; inmediatamente se formará una crema que dejaremos cocinar durante 30 segundos.
Después de 30 segundos añadimos toda la leche y mezclamos muy bien con una cuchara o el batidor de acero.
Salamos, aromatizamos con la nuez moscada y dejamos que se espese, removiendo muy a menudo (manteniendo la bechamel a fuego bajo se necesitarán unos 10 minutos).
Debemos obtener una bechamel bien espesa, porque además de dar sabor a nuestras sonrisas, debe actuar como un pegamento para mantenerlas cerradas y evitar que se abran durante la fase de gratinado.
A fuego apagado, añadimos el queso rallado y mezclamos muy bien para que se integre con la bechamel caliente.
Preparemos las crepas.
Ponemos una capa de mantequilla en una sartén antiadherente de 12 centímetros y dejamos calentar a llama media.
Cuando la mantequilla esté fundida, añadimos 2 cucharadas abundantes de masa y giramos rápidamente un poco la sartén para que la masa cubra todo el fondo.
Volvemos a colocar la sartén sobre el fuego y dejamos cocinar la crepa durante un minuto o poco más, hasta que podamos darle la vuelta, usando una espátula. Si la crepa resiste, prolongamos la cocción unos segundos más. No os preocupéis si la primera crepa se rompe o no es estéticamente atractiva.
Continuamos hasta terminar la masa, poniendo siempre una capa de mantequilla en la sartén. A medida que sacamos las crepas de la sartén, las colocamos en un platillo, una encima de la otra.
Bien, ahora podemos formar nuestras sonrisas.
Tomamos una crepa y la colocamos sobre una tabla de cortar.
Pintamos el interior de la crepa muy bien con una capa de bechamel, insistiendo en los bordes.
Ponemos una cucharada de salsa de carne y guisantes (bien seca, sin líquidos) y una cucharada escasa de bechamel en el centro de la crepa, aplanando un poco el relleno, si fuera necesario, para cerrarla perfectamente.
Cerramos la crepa a media luna, la pintamos también por la superficie con un poco más de bechamel y la colocamos sobre una bandeja (forrada con papel de horno), ayudándonos con una espátula.
Las sonrisas también se pueden pasar por pan rallado, según los gustos, antes de gratinarlas.
Continuamos hasta rellenar todas las crepas.
Ponemos la bandeja en el horno, encendemos el grill y las dejamos gratinar durante unos 10 minutos o hasta que estén doradas.
Son deliciosas tanto calientes como tibias.
Buen provecho

