El sorbete de limones sin heladera es una preparación extremadamente refrescante y digestiva. Es facilísimo de preparar, no contiene claras de huevo ni lactosa y gluten. Se necesita jugo, corteza de limones con piel no tratada y un recipiente de vidrio o de acero para el congelador para conservar el sorbete. Podremos disfrutarlo entre un plato y otro de carne y de pescado; o como postre elegante y refinado al final de la comida.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 12 Horas
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 6/8 sorbetes
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones, Primavera, Verano
Ingredientes
- 1 kg Limones
- 500 ml Agua
- 250 g Azúcar
- 1 pizca Sal fina
Herramientas
- 1 Pelador de patatas
- 1 Recipiente tarrina de helado
- 1 Batidora
Preparación
Pelamos los limones, teniendo cuidado de retirar solo la parte amarilla de la piel. Preparamos un jarabe de agua, azúcar, sal y cáscaras de limón.
Llevamos a ebullición y dejamos hervir durante 5 minutos a fuego alto. Apagamos y dejamos enfriar el jarabe completamente. Cuando el jarabe esté bien frío, eliminamos las cáscaras y añadimos el jugo de los limones. Mezclamos y vertemos en un recipiente de acero o de vidrio con cierre hermético y lo ponemos a congelar en el congelador durante al menos 3 horas.
Tras unas 3 horas sacamos el sorbete y lo batimos para romper los cristales de hielo que se han formado mientras tanto. Volvemos a ponerlo en el congelador durante otras 3-4 horas y luego lo batimos de nuevo, hasta obtener una consistencia semidensa. El sorbete está listo, aunque recomiendo dejarlo reposar en el congelador durante una noche entera; de este modo podremos disfrutar plenamente de su sabor extraordinario.
La idea extra. Para hacer más aromático nuestro sorbete, antes de batirlo por segunda vez, añadimos piel de limón rallada o hojas frescas de menta.