Es tiempo de castañas y en esta deliciosa y fragante tarta no usaremos el fruto sino su harina, extremadamente deliciosa y aromática. La tarta de harina de castañas y peras es un delicioso caparazón de masa quebrada preparada con una parte de harina de castañas, rellena con un goloso relleno de fruta fresca, peras, en concreto. Es un dulce otoñal perfumado, bueno para el paladar y bonito para los ojos y, sobre todo, facilísimo de realizar. Es ideal para cenas importantes, para el fin de almuerzo del domingo, pero podemos disfrutarla también en el desayuno o como merienda. Recomiendo prepararla con un día de antelación para dejar reposar la masa quebrada y resaltar aún más los aromas y sabores.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 10
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 120 g harina de castañas
- 180 g harina 00
- 100 g mantequilla fría
- 100 g azúcar de caña
- 1 pizca sal fina
- 2 huevos enteros medianos
- 1 yema de huevo mediana
- c.s. ralladura de piel de naranja (o mandarina)
- 1 pizca canela en polvo
- 1 kg peras (bien firmes)
- 1 pizca vainilla en polvo (u otro aroma al gusto)
- c.s. azúcar de caña (para espolvorear el dulce)
Herramientas
- 1 Molde
Pasos
1) Preparamos la masa quebrada. En un bol grande tamizamos juntas las dos harinas, añadimos la mantequilla muy fría cortada en trozos, el azúcar de caña, los huevos, la yema, la sal, la ralladura del cítrico y, ayudándonos con una espátula, amasamos lo suficiente para unir los ingredientes y no calentar demasiado la mantequilla. Obtendremos un bloque que aplastaremos delicadamente con el rodillo (se endurecerá más rápidamente y uniformemente en el frigorífico); dejémoslo en el bol cubierto con film transparente y pongámoslo en el frigorífico durante una hora para que se endurezca.
2) Mientras tanto, pelamos las peras y las cortamos en dados (es importante que estén bien firmes). Aromatizamos con la vainilla en polvo (o algunas gotas de la líquida) y una pizca de canela.
3) Encendemos el horno a 200*.
4) Espolvoreamos una hoja de papel de horno con un poco de harina y colocamos la masa quebrada. Espolvoreamos también la superficie del bloque con un poco de harina y, con la ayuda de un rodillo, la extendemos sobre el papel de horno; el grosor que hay que dar a la masa es de unos 5 milímetros.
5) Gracias al papel de horno no tendremos problemas para levantar la masa quebrada y colocarla en el molde para tarta de 28-30 cm (ideal el tipo con fondo removible). Con los dedos, aplastamos delicadamente y rápidamente la masa para que se adhiera bien al papel de horno. Igualamos los bordes y recortamos el exceso de masa que usaremos para crear las rejillas de la tarta (si la temperatura en casa es demasiado alta, volvemos a poner la masa quebrada sobrante en el frigorífico durante unos minutos).
Con parte de la clara sobrante, impermeabilizamos la masa quebrada con un pincel para alimentos o con los dedos. Es un «truco salva consistencia», por así decirlo, que uso cuando el relleno de las tartas está compuesto por fruta, que al liberar líquidos en la cocción, podría ablandar demasiado la masa quebrada.
6) Rellenamos el caparazón de la tarta con las peras, distribuyéndolas uniformemente. Volvemos a tomar la masa quebrada sobrante, la extendemos y recortamos las tiras para decorar la tarta.
7) Horneamos nuestra tarta a media altura durante unos 25 minutos. Cuando la tarta esté cocida, apagamos el horno, sacamos el molde y espolvoreamos la superficie con un poco de azúcar de caña; volvemos a meter la tarta en el horno apagado y la dejamos durante unos 10 minutos; después la sacamos y dejamos enfriar sin tocarla, para evitar que se rompa.
Buen provecho

