Tarta de patatas con jamón y provola

La tarta de patatas con jamón y provola es un delicioso y rico rústico que se prepara usando patatas crudas, es decir, no cocidas previamente. No contiene yemas, ni harina ni ningún tipo de agente leudante. Esta receta facilísima nació para aprovechar las claras de huevo sobrantes de una preparación anterior y ha sido un verdadero éxito porque es buenísima y muy tentadora. Puede proponerse como entrante, en un buffet o para la cena del sábado por la noche y se disfruta tanto tibia como fría.

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 1 Hora
  • Tiempo de preparación: 30 Minutos
  • Porciones: 10
  • Métodos de Cocción: Horno
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Todas las estaciones

Ingredientes

  • 650 g patatas de carne amarilla
  • 150 g jamón cocido
  • 1 cucharada queso parmesano rallado
  • 1 cucharada queso pecorino romano rallado
  • 4 claras de huevo sin batir
  • al gusto sal fina
  • 150 g provola ahumada
  • al gusto pimienta negra molida

Pasos

Para realizar nuestra exquisita y rica tarta salada rellena, usaremos patatas crudas.

Antes de pasar a las patatas, picamos el jamón cocido (también va muy bien el jamón crudo o el speck) más o menos groseramente y cortamos en cubos la provola (también en este caso, podéis utilizar el queso de pasta hilada que más os guste o que ya tengáis en casa, bien escurrido de suero).

Lavamos muy bien las patatas, las pelamos, las enjuagamos nuevamente bajo agua corriente, las secamos suavemente con un paño de cocina y las rallamos en los agujeros más grandes de un rallador.

Recogemos las patatas ralladas en un bol. Añadimos las claras ligeramente batidas con un tenedor y todos los demás ingredientes, incluidos los dos quesos rallados (me gusta usar una mezcla de grana- o parmesano -y pecorino romano, porque juntos dan un sabor y un aroma más apetitoso y tentador a las tartas saladas), una generosa pizca de sal fina y un poco de pimienta fresca molida. Mezclamos bien para que los ingredientes se amalgamen perfectamente y transferimos la mezcla obtenida a un molde de 20 cm de diámetro y 5 cm de altura (como el mío), si deseáis preparar una tarta de patatas alta; de lo contrario, podréis usar un molde más ancho y bajo. Podréis engrasarlo con aceite o mantequilla y espolvorearlo con pan rallado; o bien forrar el molde con papel de horno.

Nivelamos la mezcla con el dorso de una cuchara y al horno a 200*, a altura media y dejamos que se cocine durante unos 35 minutos o hasta que esté dorada. No es necesario que el horno ya esté caliente; en este último caso, sin embargo, el tiempo de cocción se alarga unos 10/12 minutos, dependiendo del tipo de horno utilizado y de la velocidad con la que alcanza la temperatura configurada.

Cuando la tarta de patatas esté cocida, la sacamos del horno, la dejamos enfriar durante al menos 30 minutos antes de sacarla del molde, si habéis utilizado papel de horno; si, en cambio, habéis engrasado el molde, esperad al menos una hora antes de extraerla, porque podría romperse. Cuando la tarta esté fría, podrá cortarse y disfrutarse fría o ligeramente calentada.

Bon appetit

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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