Hacer en casa una tarta helada es facilísimo y rápido, sobre todo si utilizamos helado ya hecho. Es un postre de verano que puede prepararse para fiestas, cumpleaños o para ofrecer una merienda un poco diferente a lo habitual. Para preparar una tarta helada hecha en casa, básicamente necesitaremos solo 2 ingredientes: helado (que podemos hacer nosotros mismos) y galletas (galletitas de mantequilla, bizcochos de soletilla, etc.), o bien bizcocho, pasta de galleta, y así sucesivamente. Podemos usar todos los sabores de helado que más nos gusten, quizás más de uno, personalizándola según nuestros gustos y ofreciendo así, de vez en cuando, un postre fresco y siempre diferente. Para una idea extra: podemos forrar los lados del molde con las galletas también, obteniendo así un postre aún más bonito y vistoso. Esta deliciosa tarta helada puede realizarse también con ingredientes sin gluten y sin lactosa, y el resultado será garantizado y espectacular, igual que las tartas heladas tradicionales.

 

  • Dificultad: Muy fácil
  • Costo: Económico
  • Tiempo de reposo: 1 Hora
  • Tiempo de preparación: 20 Minutos
  • Porciones: 8
  • Métodos de Cocción: Sin cocción
  • Cocina: Italiana
  • Estacionalidad: Primavera, Verano

Ingredientes

  • 500 g helado (de sabor preferido y también sin lactosa)
  • 400 g galletas (también sin gluten)
  • c.s. almendras (para la decoración)
  • c.s. virutas de chocolate (opcionales)
  • 1 taza de café leche fría (también sin lactosa)

Herramientas

  • 1 Molde de 20 cm desmontable

Pasos

Preparamos el molde de 20.

Forrémoslo con papel de horno y cubramos completamente el fondo con las galletas, rellenando los posibles espacios entre una galleta y otra con un poco de granillo grueso de las mismas. Pincelamos las galletas con leche fría, para que no queden demasiado duras.

Dejamos fuera del congelador el helado durante unos diez minutos para que se ablande lo suficiente como para poder extenderlo sin problemas sobre la base de galletas.

Cubrimos las galletas con el helado (podemos usar también dos sabores, alternándolos), nivelamos bien y volvemos a poner la tarta helada en el congelador, cubierta con film alimentario, dejándola allí durante aproximadamente una hora. Ya está lista para servir, pero podemos añadir una decoración opcional.

Para la decoración yo lo hice así: en la superficie de la tarta helada (sabor vainilla, en mi caso) añadí virutas de chocolate negro, almendras y granillo grueso de galletas.

A lo largo de la circunferencia, en cambio, «pegué» unas galletas, también previamente pinceladas con leche, para que no se despegaran continuamente de la tarta. De este modo, sin embargo, el diámetro de la tarta aumentará y tendremos que transferir la tarta helada a un molde más grande, de 28-30 cm, capaz de contenerla, que no estropee la decoración y que pueda entrar en un congelador.

Si encontráis alguna dificultad, no hay problema; podréis decorar el borde de la tarta justo antes de servirla.

La base desmontable del molde puede convertirse también en un plato de servir; o bien, antes de decorar la tarta helada, despeguémosla del papel de horno y trasladémosla inmediatamente a un plato no excesivamente grande, pero que pueda entrar en el otro molde que recomiendo, el de 30 cm.

Ah… ¡lo olvidaba! Antes de servirla, dejad vuestra tarta helada hecha en casa fuera del congelador durante 5 minutos.

Tanto las galletitas de mantequilla como otras galletas, como los bizcochos de soletilla, por ejemplo, además de leche, pueden ser pincelados con café o un almíbar de agua, azúcar y licor (150 ml de agua, 1 cucharada de azúcar y licor).

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mielefarinaefantasia

Recetas fáciles para el día a día y ocasiones especiales, para todos los días y para todos los gustos, incluso sin gluten.

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