Si hacemos la masa quebrada en casa, después de realizarla, la envolvemos en papel film y la ponemos en la nevera mientras preparamos los otros ingredientes. Luego la extenderemos con el rodillo, sobre una mesa ligeramente enharinada, con un grosor de un par de milímetros.

1) Lavamos las berenjenas y las cortamos en cubos no muy grandes. Calentamos una sartén antiadherente y dejamos asar los cubitos de manera uniforme; luego los transferimos a un bol.

2) Encendemos el horno a 220*.

3) Eliminamos la piel de las salchichas y reservamos la carne.

4) Rallamos el queso en trozos grandes o lo cortamos en cubitos pequeños (tipo gruyere, parmesano, etc…)

5) Añadimos el queso y la carne de las salchichas a las berenjenas asadas. Condimentamos todo con una pizca de sal, pimienta molida, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y mejorana (combina perfectamente con las berenjenas) y mezclamos los ingredientes.

6) Colocamos la masa quebrada ya extendida en el molde cubierto con papel de horno y la rellenamos uniformemente con la mezcla de berenjenas. Horneamos nuestra tarta salada a media altura durante unos 25 minutos o hasta que la masa quebrada esté dorada tanto en el fondo como en los bordes. Dejamos enfriar la tarta salada con berenjenas y salchichas antes de cortarla en porciones y disfrutarla, ya que, siendo una masa quebradiza, podría desmoronarse.