Hoy hablamos del tilo y de lo deliciosa que es la tisana hecha con sus flores secas. Leyendo aquí y allá, descubrí que el tilo posee innumerables propiedades fitoterapéuticas beneficiosas para nuestro organismo. Podemos encontrar las flores secas en la herboristería o recolectarlas y secarlas nosotros mismos, si tenemos la posibilidad de hacerlo. La tisana de flores de tilo se puede beber para combatir el frío y los primeros resfriados de invierno. Es un remedio como antipirético, para la garganta irritada, la tos, el insomnio y así sucesivamente. Las flores de tilo tienen un aroma muy intenso y agradable; esta característica hace que sea placentero beber la tisana incluso sin edulcorantes.
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 1 taza
- Métodos de Cocción: Hervir
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 1 cucharada Flores de tilo secas
- 250 ml agua
Preparación
Preparar una tisana de flores de tilo secas es realmente fácil.
Llevamos el agua a ebullición. Mientras tanto, en el fondo de la taza ponemos la cucharada rasa de flores de tilo secas. Vertemos el agua hirviendo encima, cubrimos para que las sustancias volátiles no se disipen y dejamos en infusión durante al menos 10 minutos. Podemos beberla al natural o con un poco de azúcar o miel. Las flores de tilo son tan perfumadas que esta deliciosa tisana se puede beber sin añadir ningún tipo de edulcorante; en cierto sentido, es como si el aroma muy intenso hiciera la bebida «más dulce» incluso al paladar.
Si tenemos la suerte y la posibilidad de recolectar flores de tilo frescas (aproximadamente desde finales de junio hasta casi todo julio), podemos secarlas nosotros mismos. Después de recolectarlas, eliminamos las impurezas. En un paño de cocina (sin olores de detergentes), esparcimos y separamos bien las flores de tilo y dejamos que se sequen al aire, manteniéndolas sin embargo a la sombra. Tomará aproximadamente tres o cuatro días (dependiendo de la temperatura y la humedad del ambiente) para que las flores de tilo se sequen completamente y de manera uniforme. Durante este tiempo, damos vuelta a las flores de vez en cuando; es probable que también salgan posibles insectos presentes en las flores en el momento de la recolección. Cuando las flores de tilo estén secas, las transferimos a bolsas de papel o frascos de vidrio muy limpios y secos donde podremos conservarlas perfectamente.
