¡Qué decir! Después de las cáscaras de naranja confitadas que tuvieron un enorme éxito, me entretuve preparando estos caramelos de menta que son un poco similares en apariencia pero completamente diferentes en sabor. Incluso utilicé el mismo plato para hacer la fotografía y también un set similar. Pero volviendo a la receta, os digo inmediatamente que son deliciosamente gomosos, muy sencillos de hacer y que se preparan en un abrir y cerrar de ojos. ¿Odiáis la gelatina? ¡Yo también! Sin embargo, aquí no me dio ningún problema. En cuanto a su sabor, está estrechamente relacionado con cuánto os guste la menta. Yo estoy loca por ella. Me gusta mucho también en los postres y aquí abajo os pondré algunos enlaces interesantes. Estas gelatinas también son perfectas para regalar, ya que se conservan bastante tiempo. Ponedlas en una bolsita transparente, cerrad con un bonito lazo y listo.
Otras recetas con menta:

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Día
- Tiempo de preparación: 5 Minutos
- Porciones: 250 g de caramelos
- Métodos de Cocción: Estufa
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para los caramelos de menta
- 100 g azúcar
- 120 g jarabe de menta
- 2 cucharaditas zumo de limón
- 12 g gelatina
- azúcar
Herramientas
- 1 Bol
- 1 Cazo
- 1 Espátula
- 1 Recipiente con tapa (14 x 14 cm)
- Papel de horno
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
Preparación de los caramelos de menta
Primero, poner en remojo las hojas de gelatina en agua fría.
Preparar un recipiente revestido con papel de horno.
Mientras la gelatina se ablanda, poner el azúcar en un cazo.
Luego, añadir el jarabe de menta y dos cucharaditas de zumo de limón.
Mezclar bien para amalgamar todos los ingredientes.
Llevar al fuego y calentar a llama muy baja.
Cuando el azúcar se haya disuelto perfectamente, escurrir la gelatina y añadirla a la mezcla.
Mezclar bien hasta que la gelatina se haya disuelto completamente y esté perfectamente mezclada con los demás ingredientes.
Finalmente, verter la mezcla obtenida en el recipiente previamente preparado, tratando de distribuirla uniformemente por todo el fondo.
Dejar enfriar a temperatura ambiente, luego transferir al frigorífico por al menos un día.
Pasado el tiempo de reposo en el frigorífico, despegar con cuidado el bloque de gelatina verde del papel de horno ayudándose con la punta de un cuchillo.
Espolvorear un tabla de cortar con azúcar granulada y volcar encima el bloque; luego espolvorear con más azúcar.
Ahora cortarlo en tiras.
Finalmente, cortar cada tira en trozos del tamaño deseado y pasarlos por azúcar para cubrirlos por todos los lados.
Colocar poco a poco los caramelos de menta en una bandeja o plato de servir.
Están listos para ser disfrutados. Yo los he guardado en una lata revestida con papel de horno. ¡Disfruta! Paola