Amo el otoño y entre mis ingredientes favoritos de esta temporada están ellas, las castañas. Si pienso en los platos que me gusta disfrutar en este periodo, bueno… las cremas, sopas y purés ganan fácilmente. Así que aquí estoy para proponeros una crema de castañas y patatas a la que he añadido un toque de champiñones. En fin, solo falta la calabaza y tendría todos los sabores y aromas de esta maravillosa temporada. Pero volvamos a la receta que me da ganas de definir como un auténtico mimo de octubre y noviembre. Es súper cremosa, fragante y con un sabor pleno y envolvente gracias al contraste entre la dulzura de las castañas, la delicadeza de las patatas y la nota particular de los champiñones secos. Un plato que se prepara con pocos ingredientes y ofrece un confort inmediato. Al final, un chorrito (pero solo un chorrito) de nata para ligar todo porque, admitámoslo: una crema, para ser definida como tal, debe tener esa suavidad sedosa que solo la nata puede dar. Sírvela con un poco de buen aceite y algunas migas de castaña y sentirás qué delicia.
Otras cremas que os recomiendo probar:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Medio
- Tiempo de reposo: 20 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Estufa
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño
Ingredientes para la crema de castañas
El tiempo de cocción que he indicado arriba no incluye el tiempo para hervir las castañas. En los ingredientes, de hecho, hablo de castañas ya hervidas y peladas. Más abajo, sin embargo, os explico cómo hacer.
- 300 g castañas (ya hervidas y peladas)
- 300 g patatas (peso sin desperdicios)
- 10 g champiñones secos
- Media cebolla
- 1 nuez mantequilla
- 600 ml líquidos (entre caldo y agua de remojo de los champiñones)
- 20 ml nata fresca líquida
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Cuenco pequeño
- 1 Colador de malla fina
- 1 Pelador de patatas
- 1 Cacerola con tapa
- 1 Batidora de mano
Preparación de la crema de castañas
En esta receta se necesitan castañas ya hervidas y peladas. Yo hice esta operación la noche anterior. Las enjuagué rápidamente bajo agua corriente, luego las puse en una cacerola y las cubrí con agua fría. Entonces puse la tapa y las cociné durante 40 minutos. El tiempo de cocción depende naturalmente del tamaño de vuestras castañas. Estarán listas cuando podáis pincharlas con los dientes de un tenedor. Atención, sin embargo, que no deben estar demasiado blandas. Después de los primeros 40 minutos, controladlas a menudo.
Una vez cocidas, escurrirlas, transferirlas a un paño y secarlas bien. Luego eliminar no solo la cáscara, sino también la piel subyacente. Os aseguro que esta es la parte más desagradable y aburrida de la receta. Luego desmigajarlas groseramente. Reservad algunos trozos que servirán para la decoración final de los platos.
Poner los champiñones secos en remojo en agua tibia durante unos veinte minutos. Luego escurrirlos y picarlos con un cuchillo o media luna. Filtrar el agua del remojo a través de un colador de malla fina cubierto con una gasa y reservarla. Esta agua será un excelente refuerzo para nuestro caldo.
Pelar las patatas, lavarlas y cortarlas en trozos.
En una cacerola, derretir una nuez de mantequilla en unas cucharadas de aceite, luego añadir la cebolla picada y dejarla ablandarse a fuego lento sin que coja color.
Luego, añadir las patatas y los champiñones picados y dejar que se impregnen durante un par de minutos.
En este punto, añadir las castañas desmenuzadas y verter en la cacerola 600 ml de líquido (caliente) entre agua de remojo de champiñones y caldo. Por ejemplo, yo tenía 250 ml de agua de remojo y añadí 350 ml de caldo.
Poner la tapa y continuar la cocción a fuego lento durante 30 minutos, removiendo de vez en cuando. Si se seca demasiado, añadir más caldo caliente. Yo no tuve que hacerlo.
Al final de la cocción, retirar un poco del líquido de cocción y reservarlo. Este es precisamente el secreto para obtener una crema perfecta. Recuerda que siempre es posible añadirlo después, si es necesario.
En este punto, triturar todo con una batidora de mano hasta obtener una crema lisa y homogénea (si es demasiado densa, añadir un poco del líquido retirado). Añadir la nata y ajustar de sal y pimienta.
Una última mezcla y la crema de castañas y patatas está lista para ser servida.
Repartirla en platos individuales, espolvorearla con las castañas desmenuzadas reservadas, espolvorearla con pimienta negra recién molida, rociarla con un chorrito de aceite en crudo y servirla bien caliente. ¡Disfrutad! Paola.
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