No hay fritura en mi parmigiana de calabaza, sin embargo es un plato que conquista por su cremosidad y sabor. En esta versión, ligera y envolvente, la calabaza se convierte en la protagonista absoluta. Cortada fina y salteada por unos minutos en la sartén, mantiene su consistencia delicada y su dulzura natural, realzada por la piel tierna y sabrosa que no vale la pena desechar. Capa tras capa, se alternan salsa de tomate, queso rallado, albahaca fresca y queso cremoso para un equilibrio perfecto entre dulzura, acidez y suavidad. En resumen, pocos ingredientes, pero con un resultado sorprendente. Y en el horno sucede la magia porque todo se funde dando vida a un plato realmente irresistible. Resumiendo… es una parmigiana más ligera, sin fritura y sin renuncias; excelente para degustar incluso al día siguiente cuando, como toda buena parmigiana, se vuelve aún más deliciosa. Así que, guarda la receta, enciende el horno y deja que la calabaza te conquiste.
Os recomiendo probar también:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4Personas
- Métodos de Cocción: Sartén, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno y Primavera
Ingredientes para la parmigiana de calabaza
- 400 g pulpa de calabaza
- 350 g puré de tomate
- Media cebolla dorada
- Unos cucharadas caldo
- Grana Padano rallado (o Parmigiano)
- 300 g queso cremoso
- Unas hojas albahaca
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 2 Cazuelas
- 1 Fuente para horno (la mía es ovalada: 30 x 18 cm)
Preparación de la parmigiana de calabaza
En una pequeña cazuela, calentar un poco de aceite junto con un par de cucharadas de agua, luego añadir la cebolla finamente picada.
Dejarla chisporrotear por un momento antes de añadir el puré de tomate y algunas hojas de albahaca partidas con las manos. Bajar el fuego y continuar la cocción durante unos quince minutos, removiendo de vez en cuando y salando al final de la cocción.
Mientras tanto, quitar las semillas y los filamentos internos de la calabaza y lavarla muy bien frotando enérgicamente incluso la piel porque no la eliminaremos. Es deliciosa y sería una verdadera pena tirarla. Luego cortarla en rodajas bastante finas (3 mm como máximo).
En una cazuela grande calentar un poco de aceite y unas cucharadas de caldo, luego añadir las rodajas de calabaza y saltearlas rápidamente por 3 minutos, salándolas solo al final.
Engrasar con aceite una fuente para horno y verter en el fondo dos cucharadas de salsa de tomate.
Luego, hacer una capa con las rodajas de calabaza y cubrirlas con más salsa de tomate.
Espolvorear con queso rallado y distribuir aquí y allá el queso cremoso y algunos trocitos de hoja de albahaca.
Proceder de la misma manera repitiendo las capas: serán cuatro. Terminar con el queso cremoso, una molienda de pimienta negra y más queso rallado.
Cocinar la parmigiana de calabaza en horno estático precalentado a 180° durante 30 minutos. Sacarla del horno y dejarla entibiar por 5 minutos antes de servirla directamente del recipiente de cocción. ¡Disfruta! Paola
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