Aquí tienes una idea para salvar el almuerzo que es fácil y buenísima: una pasta con crema de queso enriquecida con calabacines y speck. Quiero precisar que no hay nata en la crema, que se prepara rápidamente en una batidora. En fin, disfruta de toda la cremosa bondad de este plato, bocado tras bocado.
Otros primeros platos «cremosos»:
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes para la pasta con crema de queso
- 320 g pasta (formato a gusto)
- 400 g calabacines
- 1 cebolleta fresca
- 80 g speck (en lonchas gruesas)
- 250 g ricotta
- 1 mozzarella (125 g)
- 20 g Grana Padano rallado (o Parmigiano)
- 1 ramita perejil
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Cazuela grande
- 1 Sartén pequeña
- Batidora de mano
- 1 Olla
Preparación de la pasta con crema de queso
Quitar los extremos de los calabacines, lavarlos, secarlos con papel de cocina y cortarlos en cubos.
Quitar las raíces y la capa externa de la cebolleta y cortarla finamente; luego sofreírla en unas cucharadas de aceite en una cazuela grande.
Dejar que chisporrotee por un instante, luego añadir los calabacines, una generosa pizca de sal y una abundante molienda de pimienta negra.
Sofreírlos hasta que estén tiernos pero todavía crujientes. Tomará unos 5-6 minutos aproximadamente, pero el tiempo depende de cuán grandes sean tus cubos.
Mientras tanto, cortar el speck en trocitos. Yo he utilizado bastoncitos de speck y los he picado.
En una sartén pequeña, calentar una cucharada de aceite y sofreír el speck hasta que esté crujiente.
Colocar en el vaso de una batidora de mano la ricotta, la mozzarella, unos 20 ml del agua de la mozzarella, el queso rallado, una pizca de sal y una molienda de pimienta negra y batir todo hasta obtener una crema lisa y homogénea. Una vez lista, ajustar de sal y pimienta, si fuera necesario.
Cocer la pasta en abundante agua hirviendo con sal; escurrirla al dente conservando un poco de su agua de cocción y transferirla a la cazuela de los calabacines.
Añadir entonces la crema de queso y mezclar.
Completar con el speck crujiente.
Distribuir la pasta con crema de queso en los platos individuales, espolvorearla con perejil picado y servirla de inmediato. ¡Disfruta! Paola
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