Estos pequeños rollitos de mortadela y queso son un aperitivo delicioso ideal para una comida o cena ligera. Son muy fáciles de hacer y tienen la ventaja de poder prepararse con antelación y hornearse en el último momento. ¡Nos los hemos comido todos! Bueno… nosotros. Yo apenas logré coger un par, pero eso significa que gustaron mucho, ¿verdad? Pruébalos también y dime si fueron un éxito.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 4/6 personas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para los rollitos de mortadela y queso
Con estas cantidades se preparan 24/25 rollitos.
Puedes preparar el polvo de tomates secos siguiendo la receta descrita AQUÍ. Si no te apetece hacerla (pero es una pena porque está buenísima y es facilísima) intenta sustituirla con pimentón.
- 1 rollo hojaldre (rectangular)
- 130 g mortadela
- 100 g fontina (o scamorza dulce)
- polvo de tomates secos
Herramientas
Yo corté una de esas pequeñas mortadelas que venden al vacío.
Si no tienes cortadora, te recomiendo comprar la mortadela y la fontina ya cortadas en lonchas finas. También puedes pensar en rallar el queso con un rallador de agujeros grandes.
- 1 Bandeja
- Cortadora
Preparación de los rollitos de mortadela y queso
Desenrolla el rectángulo de hojaldre manteniéndolo sobre el papel de horno que viene en el paquete. Pásale un rodillo por encima para extenderlo ligeramente y coloca las lonchas de mortadela finamente cortadas encima.
Luego cubre la mortadela con las lonchas de queso y espolvorea todo con el polvo de tomates secos. He puesto el enlace a la receta antes de la lista de ingredientes.
Enrolla el hojaldre comenzando por el lado largo y tratando de sellar bien el extremo final.
Luego envuelve el rollo obtenido en el papel de horno y colócalo en el frigorífico durante una hora para que se endurezca un poco y sea más fácil cortar los rollitos. Alternativamente, puedes pasarlo por el congelador durante unos veinte minutos. Si quieres preparar este aperitivo con antelación, puedes mantenerlo en el frigorífico durante un día entero o congelarlo.
Poco antes de hornear, corta el rollo en rebanadas de aproximadamente ½ cm de grosor.
Coloca los rollitos de mortadela y queso en la bandeja del horno forrada con papel de horno, manteniéndolos un poco separados entre sí.
Hornéalos en horno estático precalentado a 180° durante unos 20 minutos o hasta que estén bien dorados.
Sácalos del horno y déjalos enfriar ligeramente antes de transferirlos a un plato de servir. ¡Disfruta! Paola
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