Hoy os propongo una tarta rústica que une simplicidad y refinamiento: es mi tarta de tomates cherry con crumble aromático. La base crujiente de hojaldre se hace más consistente con una capa de pan de molde, luego cubierta con muchas sabrosas lonchas de provola. En la superficie destacan los tomates cherry dejados enteros que en el horno se ablandan sin perder su forma, convirtiéndose en pequeñas gemas rojas. Pero lo que hace única a esta tarta salada es el crumble aromático sobre el que se colocan los tomates cherry y la mezcla de pecorino romano y albahaca con la que se llenan todos los espacios. Bueno… ¿qué decir? ¡Deliciosa! Un perfecto plato único que conquista por el contraste de texturas y por su aroma totalmente mediterráneo. ¡Pruébalo para creerlo!
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4Personas
- Métodos de Cocción: Fogón, Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la tarta de tomates cherry
- 1 rollo hojaldre (redondo)
- 2 rebanadas pan de molde (largas)
- 150 g provola (en lonchas finas)
- 80 g grissini con sésamo
- 20 tomates cherry (pequeños)
- Algunas hojas albahaca
- 100 g pecorino romano
- 1 diente ajo (pequeño)
- pan rallado (para el molde)
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- 1 Picadora
- 1 Bol
- 1 Sartén
- 1 Pincel
- 1 Palillo
- 1 Molde para tartas de 22 cm
Preparación de la tarta de tomates cherry
Pincelar un molde (o fuente) para tartas de 22 cm de diámetro con un poco de aceite y espolvorearlo con una capa fina de pan rallado.
Desenrollar el disco de hojaldre y volcarlo sobre el molde ayudándose con su papel. Luego forrar el fondo y los bordes; doblar el exceso de hojaldre hacia el interior y hacerlo adherir bien a las paredes onduladas del molde presionando con los dedos para que tome la forma de las diversas ondulaciones. Finalmente pinchar el fondo con las púas de un tenedor.
En este punto, cortar a medida las rebanadas de pan de molde y colocarlas sobre la base de hojaldre. Darán una perfecta consistencia a todo el conjunto.
No tiréis los recortes de pan, por favor. Úsalos para preparar el pan Panko. Encontrarás la receta haciendo clic AQUÍ.
Cubrir el pan con las lonchas de provola cortadas finas. Se encuentra en venta en los supermercados ya cortada. Trasladar el molde al frigorífico mientras se procede a la preparación de los demás ingredientes.
Colocar en una picadora los grissini con sésamo, un diente de ajo pelado y sin el germen central, algunas hojas de albahaca y triturar hasta obtener migas gruesas.
En una sartén calentar algunas cucharadas de aceite y tostar la mezcla aromática hasta que esté bien dorada. Retirarla de la sartén, reservarla y dejarla enfriar.
Lavar los tomates cherry, secarlos con papel de cocina, colocarlos dentro de un bol y condimentarlos con aceite, sal y pimienta al gusto.
Cuando el crumble aromático se haya enfriado, verterlo en el molde sobre las lonchas de queso y distribuirlo de manera uniforme.
En este punto, colocar aquí y allá los tomates cherry después de haberlos pinchado con un palillo, para que no exploten durante la cocción.
Rallar el pecorino gruesamente, recogerlo en un bol pequeño, añadir hojas de albahaca desmenuzadas con las manos y 20 ml de aceite. Mezclar bien y distribuir esta mezcla en los espacios entre los tomates cherry.
Cocinar la tarta de tomates cherry en horno estático precalentado a 200° durante 30 minutos, cubriéndola con un papel de aluminio en los últimos minutos de cocción, si se dora demasiado.
Sacarla del horno y dejarla templar ligeramente antes de servirla directamente del recipiente de cocción. ¡Disfrutad! Paola
Nota
Encontré la idea de esta receta en un viejo número de la revista «Subito Pronto» y aquí os la propongo con todas mis modificaciones.