Estas tiritas de pollo al limón son un segundo plato rápido y sabroso adecuado para la cocina diaria. Así que, si tienes ganas de algo diferente que no requiera mucho tiempo en los fogones, diría que son realmente la receta para ti. A nosotros nos gustaron mucho. El picado de limón y romero confiere un toque de frescura que los hace realmente especiales. Vamos… ¡pruébalos!
Otras tiritas que no te puedes perder:
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 2/3 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para las tiritas de pollo al limón
Dado que en esta receta se utiliza la cáscara del limón, es absolutamente necesario que sea orgánico NO tratado. La cáscara de los limones comunes no es comestible.
- 400 g pechuga de pollo (cortada en rodajas)
- harina integral
- 1 limón (no tratado)
- 1 diente ajo
- 1 ramita romero
- 100 ml vino blanco seco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
Herramientas
- Mazo para carne
- Papel de horno
- 1 Plato
- Pelador de patatas
- Picadora
- 1 Cazuela
Preparación de las tiritas de pollo al limón
Cubrir las rodajas de pechuga de pollo con una hoja de papel de horno y golpear ligeramente con un mazo de carne para afinarlas un poco. Luego cortarlas en tiras.
Pasarlas por la harina integral sacudiéndolas para eliminar el exceso.
Lavar muy bien el limón y, con un pelador de patatas, extraer la cáscara (sólo la parte amarilla, por favor).
Colocar las rodajas de cáscara en una picadora junto con el diente de ajo pelado y las hojitas de romero y triturar todo finamente.
En una cazuela grande, calentar unas cucharadas de aceite, luego añadir las tiritas de pollo y dorarlas durante unos minutos.
Luego mojar con el vino blanco, subir ligeramente el fuego y dejar evaporar.
Cuando el vino se haya evaporado, salar ligeramente y añadir también el picado de limón y romero preparado anteriormente.
Mezclar y saltear todo durante otros dos minutos.
Transferir las tiritas de pollo al limón al plato de servir, adornar con algunas rodajas de limón y servir. Son buenos tanto calientes como tibios (a mi hijo le gustaron mucho incluso fríos). ¡Disfruta! Paola
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