Las albóndigas de ciervo con tomillo y limón tienen un sabor delicado y son perfectas para servir como segundo plato en cualquier ocasión. Son una alternativa sabrosa a las clásicas albóndigas y generalmente también les gustan a los niños. Prepararlas es realmente facilísimo y con su salsa son ideales acompañadas de puré de patatas o, si lo prefieres, también con polenta. Si no tienes tomillo fresco, también puedes optar por el seco, en ese caso te recomiendo reducir ligeramente la dosis, ya que tiene un aroma más intenso.
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: aprox. 12 albóndigas
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 500 g carne picada de ciervo
- 1/2 cebolla
- 1 diente ajo
- 1 limón sin tratar (cáscara)
- 2 cucharaditas tomillo
- 20 g pan rallado
- 1 cucharadita sal
- 1/2 cucharadita pimienta (molida)
- 30 g mantequilla
- 3 cucharadas aceite de semillas
- 100 ml vino tinto
- 200 ml caldo
- c.n. limón (en rodajas)
- c.n. tomillo (ramitas)
- c.n. puré de patatas
Pasos
Para preparar las albóndigas de ciervo, coloca la carne picada de ciervo en un bol grande.
Pela y pica finamente la cebolla y el ajo y añade a la carne. Incorpora también la cáscara rallada del limón previamente lavado, así como las hojas de tomillo y el pan rallado.
Salpimienta. Mezcla bien todo con una cuchara o directamente con las manos.
Forma aprox. 12 albóndigas con las manos humedecidas y colócalas sobre una tabla de cortar. Cuando hayas preparado todas las albóndigas, calienta una sartén con el aceite y la mantequilla. Cuando la mantequilla se haya derretido, introduce las albóndigas y déjalas dorar bien por el primer lado durante 3-4 minutos a fuego alto. Luego gíralas y deja que se doren también por el otro lado, siempre a fuego alto durante 3-4 minutos. Cuando las albóndigas estén bien doradas, desglasa con el vino tinto y deja que se evapore. Luego, vierte el caldo y continúa la cocción durante aprox. 30 minutos, hasta que las albóndigas de ciervo estén cocidas. Si es necesario, ajusta de sal y pimienta.
Sirve tus albóndigas adornadas con algunas rodajas de limón y algunas ramitas de tomillo, acompañadas de un cremoso puré de patatas.

