Los bocaditos de Laugen son unos pequeños panecillos suaves, con la clásica corteza marrón crujiente, enriquecida con semillas variadas. Durante nuestro viaje a Alemania en Carnaval, los comimos prácticamente todos los días. Allí se conocen y venden en las panaderías con el nombre de «Laugenkastanien», es decir, «castañas de Laugen», ya que su aspecto, con la típica superficie marrón y el lado blanco, se asemeja a las castañas.
Prepararlos es muy fácil. Se comienza con una masa fermentada bastante clásica, con la cual se forman unos cilindros. Antes de la cocción en el horno, estos cilindros se hierven a fuego lento en agua y bicarbonato durante aproximadamente 1 minuto, luego se pasan por las semillas elegidas y finalmente se cortan en bocaditos. ¡Y listo! La parte marrón crujiente es la que ha estado en contacto con el agua con bicarbonato, la clara no. Pero para ver esta magia, tendrás que esperar casi hasta el final de la cocción en el horno. De hecho, solo en ese momento la corteza se vuelve cada vez más oscura, dando a los bocaditos el típico aspecto de los panecillos Laugen.
Si te gusta el pan casero, prueba también estas recetas mías:
- Dificultad: Media
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: aprox. 60 piezas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Alemana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 300 g harina 0
- 200 g harina 00
- 2 cucharaditas levadura seca de cerveza
- 1 cucharadita azúcar
- 220 g agua (tibia)
- 50 ml leche (tibia)
- 2 cucharaditas sal
- 50 g mantequilla (suave)
- 2 l agua
- 100 g bicarbonato
- c.s. semillas de lino
- c.s. semillas de girasol
- c.s. semillas de sésamo
Pasos
Para preparar los bocaditos de Laugen, pon en el bol de la amasadora la harina 0, la harina 00, la levadura seca de cerveza, el azúcar y mezcla. Añade el agua y la leche tibias y pon en marcha la amasadora. Después de unos momentos, añade también la sal. Amasa hasta obtener una masa homogénea.
En este punto, añade la mantequilla suave en cubitos, un cubito a la vez. Amasa todo hasta que la masa esté amasada, es decir, se haya desprendido de las paredes y el fondo del bol y esté enrollada alrededor del gancho. Además, debe ser lisa y elástica.
Forma una bola con la masa, vuelve a ponerla en el bol y deja leudar tapada, en un lugar cálido, hasta que doble su tamaño, tardará aprox. 2,5-3 horas.
Cuando la masa haya doblado su volumen, divídela en 6 piezas iguales y forma un cilindro (aprox. 2 cm de diámetro) con cada pieza de masa. Coloca los cilindros en una bandeja forrada con papel de horno y deja reposar tapados, en un lugar cálido, por otros 30 minutos aprox.
Poco antes de que termine el tiempo, precalienta el horno a 180 grados (estático) y lleva a ebullición el agua junto con el bicarbonato en una olla grande. En cuanto comience a hervir, reduce el fuego al mínimo.
En un trozo de papel de horno prepara una base de semillas de lino, girasol o sésamo.
Sumerge entonces 2 cilindros de masa en el agua hirviendo con bicarbonato y deja hervir a fuego lento durante 1 minuto, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
Sácalos del agua con la ayuda de dos espumaderas, deja escurrir por unos instantes y luego coloca sobre la base de semillas preparada en el papel de horno. Haz rodar los cilindros para que queden cubiertos de semillas por toda la superficie, luego córtalos en trozos de aprox. 2,5-3 cm de ancho y colócalos en la bandeja forrada con papel de horno.
Procede de la misma manera con la masa restante, alternando las semillas en las que rodarlos al gusto o utilizando también una mezcla de semillas.
Cuando todos los bocaditos de Laugen estén listos en la bandeja, hornéalos a 180 grados durante 20-25 minutos, hasta que en la superficie adquieran su típico color marrón brillante.
Sácalos del horno y disfruta de tus bocaditos de Laugen calientes o fríos.
Si deseas, puedes congelarlos fácilmente en bolsas para alimentos, para luego descongelarlos en el momento necesario.
Consejos
Estos bocaditos de Laugen se pueden condimentar con semillas muy diversas, de hecho, además de las de lino, sésamo y girasol, también son excelentes con semillas de calabaza o de amapola.
