La gramigna con salchicha es un primer plato muy sabroso, que se prepara con pocos y sencillos ingredientes. Es un plato típico de Bolonia, que yo siempre comía cuando estábamos allí para competir. Como todos los platos tradicionales, existen diversas variantes: hay quienes añaden tomate al condimento, y quienes, como en mi caso, solo nata. Hay quienes desglasan con vino y quienes no, hay quienes derriten parmesano rallado directamente en la nata y quienes lo ponen al final, directamente sobre la pasta.
Esta receta prevé el uso de la gramigna, que es una pasta corta, típica de Emilia Romagna, que se presenta como un tubo curvado. Está disponible tanto como pasta al huevo como pasta seca, incluso en versión «paglia e fieno», es decir, amarilla y verde, donde la pasta verde se obtiene añadiendo espinacas a la masa.
Si os gustan los platos de la cocina emiliana, probad también estas recetas mías:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 400 g gramigna
- 1 cebolla
- 400 g salchicha
- 4 cucharadas aceite de semillas
- 100 ml vino blanco
- 350 g nata fresca líquida
- c.s. pimienta
- c.s. sal
- c.s. tomillo (opcional)
- c.s. parmesano rallado (opcional)
Pasos
Para preparar la gramigna, lleva a ebullición abundante agua en una olla grande, sala y echa la pasta.
Mientras tanto, pica finamente la cebolla. Calienta una sartén grande con el aceite de semillas y pon la cebolla a sofreír suavemente durante unos minutos, hasta que se haya ablandado, pero sin que tome color. Mientras tanto, pela las salchichas y desmenúzalas con las manos o pícalas groseramente con el cuchillo. Añade las salchichas desmenuzadas a la cebolla y sofríe todo a fuego alto hasta que la salchicha esté bien dorada. Desglasa con el vino blanco y deja evaporar.
Finalmente, vierte la nata, lleva a ebullición y baja el fuego. Deja cocinar a fuego lento y sin tapa durante unos 10 minutos más, para que la nata se espese un poco.
Escurre la gramigna al dente, reservando un poco de agua de cocción. Pon la gramigna directamente en la sartén con el condimento de nata y salchicha y mezcla. Añade un poco de agua de cocción para amalgamar mejor todo y emplata. Si lo deseas, puedes añadir algunas hojas de tomillo fresco. Sirve de inmediato tu gramigna con salchicha, eventualmente con una espolvoreada de parmesano, para quien lo desee.
