Los knödel de capuchina son unas bolitas suaves, que se preparan con pan duro y hojas de capuchina. A primera vista, podrían parecer knödel de espinacas por su color, pero obviamente el sabor distingue notablemente estas dos variantes. De hecho, se percibe muy bien el sabor ligeramente picante de la capuchina y el aroma se realza también con el cebollino y la mantequilla derretida, con los que se condimentan los knödel.
Si lo deseáis, podéis condimentarlos también con queso parmesano rallado, o acompañarlos con una salsa de queso gorgonzola, de la cual podéis encontrar la receta dentro de la de los knödel de espinacas. O bien, servidlos con un buen pimiento frito.
Finalmente, podéis preparar una gran cantidad y congelar los knödel aún crudos en una bandeja, para luego transferirlos en bolsas de alimentos bien cerradas, una vez congelados. Para cocinarlos, simplemente sumergidlos en agua hirviendo aún congelados y aumentad el tiempo de cocción unos minutos.
Si os gustan los knödel, probad también estas recetas mías:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 16 knödel
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Austríaca
- Estacionalidad: Primavera, Verano y Otoño
Ingredientes
- 270 g pan duro
- 80 g capuchina (hojas y 3-4 flores)
- 50 g cebolla
- 5 cucharadas aceite de semillas
- 160 ml leche
- 2 huevos
- 1 cucharadita sal
- 50 g mantequilla
- 10 hojas salvia
- 2 cucharadas cebollino
Pasos
Para preparar los knödel de capuchina, cortad en pequeños cubos el pan duro y ponedlo en un bol.
Lavad las hojas y las flores de capuchina y dejad escurrir.
Picad finamente la cebolla y doradla en el aceite durante unos minutos.
En un recipiente con bordes altos, poned la leche junto con los huevos, la sal, las hojas de capuchina cortadas groseramente y las flores de capuchina. Batid con una batidora de inmersión, luego añadid también la cebolla dorada junto con el aceite y triturad todo con la batidora de inmersión.
Verted la mezcla de leche, huevos y capuchina sobre el pan duro y mezclad bien todo. Cubrid con film y dejad reposar a temperatura ambiente durante una hora aproximadamente.
Transcurrido el tiempo de reposo, llevad a ebullición abundante agua en una olla grande y sal.
Mientras tanto, retomad la mezcla para los knödel y, con las manos mojadas, formad aproximadamente 16 knödel grandes, más o menos del tamaño de una bola de golf. Colocad los knödel sobre una tabla ligeramente enharinada.
Cuando hayáis preparado todos los knödel, sumergidlos en el agua hirviendo y salada. Cubrid con una tapa y llevad nuevamente a ebullición el agua. Cuando hierva, reducid la temperatura y dejad hervir a fuego lento vuestros knödel durante 12-15 minutos, hasta que estén blandos.
Mientras tanto, poned la mantequilla en un cazo junto con las hojas de salvia previamente lavadas y secas y dejad que se derrita lentamente. Las hojas de salvia deberán freírse en la mantequilla hasta que estén crujientes.
Cuando vuestros knödel estén cocidos, retíradlos del agua con la ayuda de una espumadera, dejadlos escurrir por unos instantes y colocadlos en una bandeja.
Condimentad entonces los knödel de capuchina con el cebollino picado y la mantequilla derretida con salvia y servid de inmediato.
Consejos
Podéis preparar tranquilamente los knödel de capuchina en abundancia y congelarlos aún crudos en una bandeja, para luego transferirlos en bolsas de alimentos bien cerradas, una vez congelados. Para cocinarlos, simplemente sumergidlos en agua hirviendo aún congelados y aumentad el tiempo de cocción unos minutos.

