La panna cotta de jamón y queso con melón es un aperitivo en vaso veraniego, cremoso y aromático. Una alternativa creativa y divertida al clásico jamón con melón. Para servir también con el aperitivo, como un fresco entrante de cuchara.
Para prepararla he utilizado el preparado para gelatina de Bauer, disponible en prácticos envases monodosis, sin gluten, lactosa, grasas hidrogenadas y glutamato monosódico añadido. Para un sabor genuino y delicado. Además, es facilísimo de preparar, basta con disolverlo en el líquido a fuego lento y luego dejarlo en la nevera para que solidifique.
A la panna cotta le añadí parmesano rallado y también jamón serrano, triturado junto con la leche en este caso, para obtener una panna cotta cremosa.
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de reposo: 3 Horas
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano
Ingredientes
- 50 g jamón serrano
- 125 g leche
- 175 g nata fresca líquida
- 2 pizcas pimienta
- 18 g preparado para gelatina (Bauer – caldos e sazonadores)
- 40 g parmesano (rallado)
- 100 g yogur blanco natural
- 180 g melón
- 1 cucharada piñones (tostados)
- c.s. romero
Pasos
Para preparar la panna cotta de jamón y queso, cortad el jamón serrano en trozos grandes y ponedlo en un recipiente con bordes altos. Añadid la leche y parte de la nata y triturad todo con la batidora de mano, hasta obtener una mezcla homogénea. Verted en un cazo, añadid la nata restante y la pimienta y llevad a ebullición. Dejad hervir durante un minuto, luego bajad el fuego al mínimo y añadid el preparado para gelatina de Bauer. Removed hasta que se disuelva y retirad del fuego. Añadid el parmesano rallado, así como el yogur blanco natural y mezclad.
Verted la mezcla en 4 vasitos o copas, cubrid con film transparente y dejad en la nevera durante al menos 3 horas, si queréis también toda la noche.
Cuando la panna cotta esté lista, cortad el melón en cubitos pequeños y poned un par de cucharadas sobre cada panna cotta, junto con algunos piñones tostados.
Adornad con una ramita de romero y, si queréis, con una pizca de pimienta y servid.
