La tarta cremosa de chocolate blanco es un dulce deliciosísimo, con un corazón cremoso, una superficie crujiente y todo el aroma del limón… y del chocolate blanco, obviamente.
Es similar a la tarta tenerina, de la cual ya encuentras la receta en mi blog, o también en mi tercer libro (Sweet Cooking), en mi opinión esta es más veraniega, con su intenso aroma de limón y la adición de fruta fresca en la superficie. Además, es facilísima de preparar incluso para los menos expertos, porque realmente solo se trata de unir todos los ingredientes y hornear, sin pasos complicados.
Si te gusta el chocolate blanco, prueba también estas mis recetas:
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 8-10 porciones
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes
- 125 g azúcar
- 1 cucharada azúcar avainillado
- 1 limón (cáscara)
- 150 g mantequilla
- 150 g chocolate blanco
- 2 huevos
- 2 pizcas sal
- 120 g harina
- c.s. moras (alternativamente frambuesas, grosellas o arándanos)
- c.s. azúcar glas
Pasos
Para preparar la tarta cremosa de chocolate blanco y limón, precalienta el horno a 180 grados (estático) y forra el fondo de un molde con papel de horno.
Coloca el azúcar en un plato hondo, añade el azúcar avainillado y la cáscara rallada del limón previamente lavado y secado. Mezcla y reserva.
Corta la mantequilla en cubos y déjala derretir lentamente en un cazo. Mientras tanto, pica el chocolate blanco, luego añádelo a la mantequilla y mezcla hasta que el chocolate también se haya derretido. Al principio, el compuesto parecerá separado, pero continuando a mezclar con una varilla, obtendrás una mezcla homogénea. Reserva.
Mezcla la harina con la sal.
En un bol, bate los huevos con el azúcar aromatizado al limón, hasta que estén claros y espumosos. Luego vierte la mezcla de chocolate blanco y mantequilla, continuando a batir con las varillas eléctricas a baja velocidad, hasta que esté incorporado. Finalmente tamiza la mezcla de harina y sal sobre el compuesto y trabaja siempre con las varillas eléctricas a baja velocidad, hasta que no haya más rastros visibles de harina.
Transfiere la masa al molde y hornea a 180 grados durante 25-30 minutos. No debes hacer la prueba del palillo, ya que el centro de la tarta debe quedar aún suave y «tembloroso». Solo los bordes deben estar cocidos.
Saca tu tarta de chocolate blanco y limón y déjala enfriar completamente, idealmente incluso por media hora en la nevera.
Antes de servir, decora con las moras lavadas, u otra fruta a elección, y espolvorea con azúcar glas.

