Galletas hojas de otoño. Unas galletas crujientes y coloridas perfectas para celebrar los colores y aromas del otoño. Sencillas y rápidas de preparar.
Con la llegada del otoño la cocina se llena de aromas cálidos y de colores envolventes. Estas galletas hojas de otoño son perfectas para comenzar la temporada de infusiones, de meriendas deliciosas y de tardes pasadas entre horno y diversión.
Son unas galletas crujientes, perfumadas y coloridas en tres tonos que recuerdan las hojas que caen de los árboles, llevando un toque de magia a la mesa.
La preparación es sencilla y divertida: una masa única que se divide en tres colores diferentes para crear un efecto marmoleado atractivo.
Son perfectas para disfrutar con una taza de té caliente o para regalar en una bolsa decorada.
No te olvides de probarlas, te conquistarán al primer bocado.
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- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 25 Minutos
- Porciones: 40Piezas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Otoño, Invierno
Ingredientes
- 250 g harina 00
- 100 g mantequilla (fría)
- 100 g azúcar
- 1 huevo
- 1 yema
- 6 g levadura en polvo para postres
- 6 g cacao amargo en polvo
Herramientas
- 1 Mesa de trabajo
- 1 Bol
- 1 Rodillo
- 1 Cortapastas
- 1 Bandeja para horno
- 1 Papel de horno
- 1 Film transparente
Cómo preparar las galletas hojas de otoño
En una mesa de trabajo dispón la harina en forma de volcán y añade la levadura.
En el centro pon la mantequilla en trozos y el azúcar.
Mezcla la mantequilla con el azúcar, sin incorporar la harina de inmediato.
Cuando la mantequilla y el azúcar estén bien mezclados, incorpora gradualmente la harina. Obtendrás una mezcla arenosa.
Añade el huevo y la yema, y amasa hasta obtener una masa homogénea.
Divide la masa en tres partes, una de ellas ligeramente más grande que las otras.
Deja la masa más grande al natural (color claro).
En otra masa añade 4 g de cacao amargo en polvo y mezcla bien.
En la última masa incorpora el resto del cacao y mezcla bien.
Envuelve los tres bloques en film transparente y déjalos reposar en el frigorífico durante 30 minutos.
Corta cada bloque en pequeños rectángulos.
Coloca los rectángulos mezclados (de diferentes colores) en la mesa de trabajo.
Espolvorea con un poco de harina y pasa suavemente el rodillo para obtener una lámina marmoleada y colorida.
Con moldes en forma de hoja (u otras formas otoñales), corta las galletas.
Si sobra masa, vuelve a amasar y corta más galletas. Tendrán un efecto de color menos homogéneo, pero igualmente atractivo.
Forra una bandeja de horno con papel de horno. Coloca sobre ella las galletas y hornea en horno precalentado a 180 grados durante unos 10 minutos.
Deja enfriar las galletas antes de servirlas.
Conservación
Las galletas se conservan hasta 7-10 días en una caja de lata o en un tarro de vidrio bien cerrado. Es posible congelar la masa cruda ya dividida en los tres colores, envuelta en film: durará hasta 1 mes. Solo tendrás que dejarla descongelar en el frigorífico antes de extenderla y hornearla.

