Buñuelos de calabacín.
Hoy os regalo una de las recetas típicas de mi tierra, Calabria, los buñuelos de calabacín, o pittelluzze, fritos pero no aceitosos, sabrosos y ligeros, inconfundibles por su sabor, porque están hechos con los productos de mi tierra, del huerto de mamá. Los buñuelos de calabacín son un clásico de la cocina calabresa, un poco como las albóndigas de berenjena, en verano de hecho se disputan el título de mayor número de presencias en nuestras mesas, una buena competencia, no sé deciros quién gana, pero puedo deciros que ambas recetas son únicas por su sabor, y no es fácil replicarlas, a menos que se tomen todos los ingredientes directamente del campo calabrés, o algo muy similar, como un buen pecorino, los buenos calabacines del huerto, los huevos de las gallinas que andan por el patio, en resumen, son ingredientes simples, pero genuinos, ahí está la diferencia, y os lo dice una que obviamente no puede siempre ir al huerto de mamá, y cuando compro mis ingredientes en otro lugar ya noto la diferencia, aunque esté a pocos km de distancia, pero os daré todos los consejos para prepararlos bien buenos como los míos, además, fritos sí, pero no aceitosos o empapados de aceite, ligeros que ni os daréis cuenta de que los habéis comido.
Olvidaba, otro gran clásico, que se disputa el podio con los buñuelos y las albóndigas de berenjena, las albóndigas de patata, ¡qué placer desmesurado!
- Dificultad: Fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4 Personas
- Métodos de Cocción: Cocina, Fritura
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes buñuelos de calabacín para 4 personas
- 3 Calabacines
- 2 Huevos
- 5 cucharadas Harina
- c.s. Pecorino
- c.s. Parmigiano reggiano
- c.s. Sal
- c.s. Pimienta negra
- c.s. Perejil
- c.s. Aceite de semillas
Herramientas para preparar los buñuelos de calabacín a la calabresa
- Mandolina
- Cuenco
- Cuchara
- Sartén
Preparación buñuelos de calabacín
Lavamos los calabacines, los cortamos en rodajas finas con una mandolina y los dejamos en un cuenco. Les echamos un poco de sal y los dejamos así, al menos durante media hora, también más tiempo va bien.
Cuando los calabacines han soltado un poco de líquido los vamos a trabajar para preparar los buñuelos. En el mismo cuenco añadimos todos los ingredientes, 1 huevo, pimienta molida, la mezcla de quesos, pecorino y grana o parmigiano, sin descartar el líquido que se ha formado. Añadimos cuanta harina sea necesaria para obtener una consistencia adecuada de una pasta suave, y no líquida, sin exagerar, para no tener luego buñuelos que sepan solo a harina.
Freímos en una sartén en abundante aceite caliente a 180°C a cucharadas, bien separadas entre sí. Cuando estén doradas les damos la vuelta y las dejamos cocinar también por el otro lado. A medida que estén listas, las secamos con papel, siempre limpio cada vez, para eliminar el exceso de aceite y luego las trasladamos a una bandeja de servir, así permanecen crujientes y no aceitosas.
Son excelentes degustadas calientes, recién hechas, pero también frías no están mal. Podemos mantenerlas calientes en el horno, perfectas para servir como aperitivo o como entrante, para todas nuestras ocasiones especiales.
Aquí en Calabria nunca faltan para el almuerzo del domingo, son buenísimas, y nos encantan a todos.
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