Cáscaras de naranja confitadas, de manera fácil y rápida con las naranjas ecológicas de mi arbolito en el jardín. Ahora que estamos en plena maduración aprovecho para hacer un poco de reservas, cáscaras de naranja confitadas, para usarlas luego en todos mis postres hechos en casa, desde la clásica pastiera, hasta los cannoli sicilianos. He usado un método muy sencillo y rápido para prepararlas, y debo decir muy eficaz, salieron perfectas, mejor que las que había preparado el año pasado, con más pasos y más trabajo, hirviendo tres veces las cáscaras con el almíbar para un trabajo que duró varios días, dejando enfriar cada vez el almíbar. Estoy tan entusiasmada con este resultado que quiero compartirlo con vosotros, estoy segura de que apreciaréis este método sencillo, rápido y super eficaz. Yo las dejo blandas, guardadas en un tarro, en la nevera, y se conservan durante meses.
- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 200 g (1 tarrito)
- Métodos de Cocción: Fogón
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Invierno
Ingredientes cáscaras de naranja confitadas
- 4 naranjas
- c.s. azúcar
- c.s. agua
Herramientas para preparar cáscaras de naranja confitadas
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuchillo
- 1 Sartén
- 1 Cuchara
- 1 Colador
Pasos para preparar cáscaras de naranja confitadas
Lavamos y secamos las naranjas. Con un cuchillo cortamos la cáscara en trozos grandes y poco a poco sin romperla la separamos de la pulpa de la naranja.
Con un cuchillito bien afilado quitamos la parte interna de la cáscara, la parte blanca, que resulta más amarga.
Ahora, trabajando en la tabla de cortar, cortamos todas las cáscaras más finas, así será un momento hacer el confitado.
Ponemos las cáscaras en la sartén, o en un cazo, con abundante agua, para 4 naranjas aproximadamente 1 litro de agua, y cocinamos durante 5 minutos desde que hierve.
Cuando el agua haya tomado un bonito color amarillo podemos apagar el fuego y escurrir las naranjas, si queréis el agua la podéis usar también para aromatizar postres.
Escurrimos las cáscaras de naranja hervidas, las pesamos y las ponemos de nuevo en la sartén. Pesamos la misma cantidad de azúcar y la mitad de agua y volvemos a cocinar. Dejamos secar casi completamente el almíbar y luego nuestras cáscaras de naranja confitadas estarán listas. Quedan estupendas y se conservan durante mucho tiempo guardadas en un tarrito con el almíbar, en la nevera.
