Hoy preparamos una buenísima crema pastelera perfecta de vainilla, buena como en pastelería, con solo yemas, y vaina de vainilla, para una explosión de sabor. En el pasado os he dado un montón de recetas de crema pastelera, preparadas de manera sencilla y rápida, pero sobre todo con huevos enteros, antidesperdicio. Obvio que la receta original de la crema pastelera se hace solo con yemas y una buena y bonita vaina de vainilla, y no con extracto, que sí, es comodísimo si vamos con prisa. Cuando comencé a hacer las primeras tartas de joven preparaba la crema justo como la receta que estoy a punto de dar, luego los dulces que hacía fueron aumentando y experimenté también otras recetas, precisamente con menos huevos, y huevos enteros, y el resultado siempre me ha satisfecho, pero también es justo conocer las bases de la pastelería, y ajustarse, así, dependiendo de la ocasión qué crema es más adecuada, esta sin duda va bien para decoraciones, como en una tarta, o en los zeppole, dado que en breve se empieza, mientras que para las tartas rellenas van bien ambas, sobre todo si se mezcla con nata montada.

- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 1 Hora
- Tiempo de preparación: 10 Minutos
- Porciones: 500 g
- Métodos de Cocción: Cocina
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las temporadas
Ingredientes para crema pastelera
- 500 g leche (entera o desnatada)
- 70 g azúcar (2 cucharadas abundantes)
- 45 g de almidón de trigo (frumina)
- 2 yemas
- 1/2 vaina vainilla
Utensilios para preparar la crema pastelera
- 1 Cazo
- 1 Paleta de cocina
- 1 Cuchillo
- 1 Tabla de cortar
- 1 Cuenco
- 1 Film transparente
Pasos preparación crema pastelera
Cortamos media vaina de vainilla, si queréis un sabor aún más intenso, podéis usarla entera.
En una tabla de cortar con un cuchillo afilado la abrimos a lo largo, para abrirla, extraemos con la hoja del cuchillo todas las semillas, tirando de un extremo al otro.
En un cazo ponemos a calentar la leche con la vaina de vainilla, a la que hemos quitado las semillas que reservamos.
En un cuenco pequeño ponemos el azúcar con las semillas de vainilla.
Cuando la leche llega a ebullición apagamos el fuego. Vertemos la leche en un cuenco, y en el mismo cazo lavado preparamos la crema. Yo
uso un cazo grueso antiadherente, perfecto para que la crema no se pegue.
Separo las claras de las yemas y uso para la crema solo las yemas que trabajo en el cazo con el azúcar, luego agrego el almidón y mezclo, añado un poco de leche, para obtener una crema sin grumos, luego poco a poco añado toda la leche.
Llevo a cocción siempre mezclando con la paleta, para no pegar ni quemar la crema, poco a poco se espesará y llegará a ebullición, en ese momento apagamos el fuego.
Seguimos girando la crema, y la ponemos inmediatamente en un cuenco, cubrimos enseguida con film a contacto. Dejamos enfriar completamente.
Fría mezclamos bien, más cómodo con las varillas eléctricas, en un cuenco grande, y listos para usar la crema en todas nuestras recetas.