Hoy os propongo una buenísima focaccia con cebollas rojas de Tropea caramelizadas. Si preferís, también podéis no caramelizarlas, para no usar azúcar o miel. Una focaccia fantástica y ligera de digerir, suave como una nube con masa de pizza de alta hidratación, haz clic en el enlace para más detalles. Agua, harina y poca levadura para crear en pocos pasos la magia de una buenísima focaccia, fácil y rápida de preparar con masa que se mezcla con una cuchara, y no sirve siquiera esforzarse, y sobre todo no se necesitan utensilios pesados como amasadoras y máquinas planetarias, solo un cuenco y una cuchara. Una delicia ligera como la pizza con masa de pizza napolitana, siempre con poca levadura de cerveza fresca, o si preferís, podéis utilizar también masa madre. Yo he rellenado la focaccia con cebollas rojas, pero se puede rellenar de millones de maneras diferentes, con simple aceite y orégano, con tomate, pero también con otras verduras y queso, o a mitad de cocción como una pizza, así queda alta y suave como una pizza a la pala. O se puede rellenar después de cocida, con mortadela, jamón, tomate y mayonesa, obviamente mayonesa casera en 1 minuto, o atún, tomate y mayonesa, ¡me las comería todas ya mismo!
Prueba también estas focaccias, son fantásticas.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 5 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 1 focaccia de 30 cm
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes focaccia con cebollas rojas
- 400 g harina 0
- 280 g agua
- 1 – 2 g levadura de cerveza fresca
- 5 g sal fina
- 1 cucharada aceite de oliva
- 1 cebolla roja de Tropea
- c.s. aceite de oliva
- orégano seco
- c.s. sal
- c.s. azúcar
Herramientas
- 1 Cuenco
- 1 Cuencito
- 1 Cuchara
- 1 Bandeja
- 1 Horno
Pasos Preparación focaccia con cebollas
En un cuenco grande ponemos 1-2 g de levadura con 240 g de agua, tibia para una fermentación más rápida o a temperatura ambiente o fría para una fermentación más larga. Mezclamos con una cuchara para disolver la levadura.
Añadimos al agua con la levadura unos 300 g de harina, y mezclamos con la cuchara hasta obtener una crema, trabajamos bien, luego paramos, añadimos la sal, y volvemos a mezclar.
Añadimos toda la harina restante y mezclamos de nuevo con la cuchara, hasta incorporarla toda. Trabajamos bien con la cuchara la mezcla, para que sea elástica y suave al cocer. Es muy importante hacer pausas y luego seguir trabajando, una operación sencilla que ayuda a obtener los resultados deseados.
Después de una breve pausa, añadimos también el aceite y trabajamos rápidamente a mano, damos una decena de pliegues, para incorporar el aceite a la masa, luego la cerramos formando una bola y dejamos en el cuenco para leudar cubierto con film.
Dejamos leudar entre 4 y 24 horas, para una fermentación rápida o lenta. Para ello es importante la temperatura a la que se deja leudar la masa, no tanto la cantidad de levadura, pero podemos aumentar la levadura hasta 4 g para fermentaciones rápidas, no se necesita más. Si dejamos la masa al calor, en el horno con la luz encendida y una taza de agua hirviendo, bastarán 4-5 horas para una correcta fermentación, si en cambio la dejamos al fresco, siempre en un rincón protegido de corrientes de aire, se necesitarán más horas, como 8-12 horas a temperatura ambiente de unos 15°C, si hace más frío, se necesitará más tiempo, o se puede hacer también 12 horas en la nevera y 12 fuera.
Cuando la masa esté leudada, la retomamos, damos unos pliegues en una superficie, aquí los detalles para los pliegues de refuerzo, luego la cerramos en un panecillo y la volvemos a poner en el cuenco y dejamos leudar un par de horas más, al calor. (Podemos saltar este paso, sustituyéndolo por unos pliegues en el cuenco cada 20 minutos, al menos 3 veces, así queda más alveolada y ligera).
A este punto, pasadas las 2 horas, ponemos abundante aceite de oliva en la bandeja. Vertemos la masa dentro, y la extendemos para cubrir la superficie. Dejamos leudar de nuevo al calor, alrededor de una hora.
Cortamos en rodajas una cebolla roja, la ponemos en un cuenco, aliñamos con poco aceite de oliva, un pellizco de sal, medio cucharadita de azúcar, pimienta negra, y abundante orégano, mezclamos y dejamos marinar así. Si queremos las cebollas más caramelizadas, utilizamos un poco más de azúcar, o sustituimos por miel.
En un cuenco ponemos un poco de aceite de oliva, un par de cucharadas y agua, mezclamos y vertemos el contenido sobre la focaccia leudada. Con las manos, presionamos con las yemas de los dedos sobre la masa, distribuimos el condimento así por toda la superficie y hacemos los clásicos hoyuelos en la focaccia.
Ahora solo queda distribuir la cebolla marinada por toda la superficie.
Cocemos en el horno caliente ventilado durante unos 13-15 minutos a 250°C.
Sacamos del horno y disfrutamos de nuestra deliciosa focaccia con cebollas rojas de Tropea caramelizadas, una delicia garantizada, si queréis también podéis prepararla sin azúcar y sin miel, pero os aseguro que está buenísima.
Una excelente variante es con adición de atún, y si deseáis también mozzarella.
Se conserva en la nevera durante un par de días, o se puede congelar para más tiempo, basta calentarla cuando se necesite, unos minutos a 160°C.
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