Estaba hojeando la revista de septiembre de Giallo Zafferano, encontré la receta de la focaccia genovese, y al haber regresado del supermercado sin pan porque se había agotado, no lo pensé dos veces y me puse manos a la obra. Seguí la receta en lo que respecta a los ingredientes, pero hasta cierto punto, porque reduje a la mitad la cantidad de levadura utilizada, solo 8 g en comparación con los 15 indicados. Si me sigues desde hace tiempo sabrás que prefiero usar menos levadura y alargar un poco los tiempos, pero dado que amasé después de las 16:00 tuve que hacer los cálculos adecuados para tener una masa fermentada para las 18:30 o poco más, de manera que para la cena mi focaccia genovese estuviera lista, teniendo más tiempo se pueden usar 2-4 g de levadura y queda aún más buena con fermentación lenta.
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las temporadas
Ingredientes para focaccia genovese
- 300 g harina 00
- 300 g harina manitoba 0
- 420 g agua
- levadura de cerveza fresca de 2 a 8 g (3 g seca)
- 15 g sal fina
- 50 g Aceite de oliva virgen extra (también 30 pueden bastar)
- 1 cucharadita miel (milflores)
- 40 g agua
- 40 g aceite de oliva virgen extra
- c.s. sal gruesa
Herramientas para preparar la focaccia genovese
- 1 Bol
- 1 Cuchara
- 1 Bandeja antiadherente
- 1 Bol pequeño
Pasos para preparar la focaccia genovese
En un bol grande ponemos la levadura con el agua y la miel y mezclamos con una cuchara para disolver tanto la levadura como la miel.
Añadimos una de las harinas y mezclamos con una cuchara para obtener una masa, no te preocupes por los grumos.
Añadimos luego poco a poco la otra harina, de manera que trabajemos lo más posible con cuchara, haciendo de vez en cuando pequeñas pausas, que hacen la masa más elástica.
Cuando la masa todavía esté bastante blanda añadimos también la sal y continuamos trabajando incorporando toda la harina. En este punto será necesario trabajar a mano ya que la masa es más dura.
Seguimos trabajando en el bol para obtener una buena masa, luego añadimos también el aceite y continuamos trabajando hasta incorporarlo todo en la masa. Dejamos fermentar la masa unas 2 horas o poco más en un rincón cálido, yo en el hornillo con un bol de agua caliente. Si tenemos más tiempo trabajamos con 2-4-6 g de levadura dependiendo de cuántas horas tenemos y dejamos fermentar más tiempo.
Cuando la masa esté bien fermentada, engrasamos la bandeja de aproximadamente 30×40 o un poco más grande con poco aceite de oliva virgen extra, luego vertemos toda la masa en la bandeja y con las manos mojadas la extendemos en la bandeja distribuyéndola de manera uniforme. Mi bandeja era ligeramente más pequeña, aproximadamente 26×37, dependiendo del ancho de la bandeja la focaccia con la misma masa queda más alta si es más pequeña o más fina si es más grande.
Volvemos a fermentar la focaccia en la bandeja, siempre en el horno con un bol de agua caliente y la luz encendida. En verano no son necesarias todas estas precauciones porque la temperatura ya es alta.
Mientras tanto preparamos en un bol pequeño la salmuera con agua, aceite y sal gruesa, bastará mezclar rápidamente.
Cuando la focaccia esté bien fermentada, aproximadamente una hora después, con las manos mojadas creamos hendiduras en la superficie, presionando con las yemas de los dedos. Luego vertemos encima la salmuera.
Horneamos en horno caliente con ventilador aproximadamente 15-20 minutos entre 230-250°C, obviamente prestamos atención los últimos minutos para verificar si necesita algún minuto más o es necesario bajar un poco la temperatura.
Desmoldamos, retiramos de la bandeja y cortamos en trozos, en este punto la focaccia está lista para disfrutar, excelente caliente, pero deliciosa también fría, y sí, yo también la probé en el capuchino así como lo hacen los genoveses, y les diré, cómo no darles la razón, el hecho de no poner aromas encima la hace perfecta.

