Hace un tiempo descubrí, después de la pasión por los fermentados, la pasión por las galletas. Hacer galletas en casa me da tal satisfacción que me gusta siempre ponerme a prueba y preparar nuevas. Ya he preparado unas deliciosas galletas para mojar, de cacao, o con trozos de chocolate negro, por último he dejado las galletas clásicas para mojar, con un buen aroma de vainilla, pero ciertamente no serán las últimas, seguramente haré otros tipos de galletas, pero como amo estas galletas para el desayuno, seguramente las probaré también con otras variantes, como al café. Estas galletas, como las otras que preparo, son realmente fáciles de hacer, mientras las preparo me relajo, y las disfruto en el desayuno o merienda, también son excelentes para el desayuno o merienda de los chicos, sin gastar dinero en meriendas empaquetadas que a menudo están llenas de conservantes y grasas. También para un té con las amigas son perfectas, se conservan bien durante mucho tiempo, en un recipiente cerrado y siempre se hace una buena impresión cuando se llevan a la mesa.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 25 piezas
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para galletas frollini para mojar sin mantequilla
- 500 g harina 00
- 120 g azúcar
- 2 huevos medianos
- 70 g leche
- 10 g amoníaco para repostería
- 70 g aceite de semillas de girasol o de oliva
- 1 cucharadita extracto de vainilla
- azúcar granulada para espolvorear
- 1 cucharadita miel
Herramientas para preparar las galletas para mojar
- 1 Cuenco pequeño
- 1 Cuenco
- 1 Cuchara
- 1 Cuchillo
Pasos para preparar las galletas para mojar
En un cuenco pequeño ponemos leche y amoníaco y mezclamos.
En otro cuenco pequeño ponemos los huevos y añadimos la miel, mezclamos, añadimos la leche.
En un cuenco grande ponemos la harina, añadimos huevos y leche, el azúcar y el aceite, trabajamos hasta obtener una masa homogénea.
Formamos cilindros con la masa sobre una superficie. Cortamos en aproximadamente 25-30 piezas y de cada uno obtenemos una galleta, con un grosor de aproximadamente 2 cm y una longitud de 8-10 cm o si prefieres más pequeñas, así saldrán más.
Una vez hechas las galletas, las pasamos por azúcar granulada. Poco a poco las colocamos en la bandeja cubierta con papel de horno. Colocamos las galletas bien separadas, crecerán aproximadamente al doble, por eso usamos dos bandejas y 2 hojas de papel de horno, o tapetes de silicona de horno reutilizables.
Horneamos una bandeja a la vez, en horno caliente estático, a 180°C durante unos 25 minutos, hasta que las galletas estén ligeramente doradas.
Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente mientras horneamos la segunda bandeja. Una vez listas las guardamos en un recipiente para que se conserven durante mucho tiempo. Son galletas secas y crujientes, deliciosas para mojar en el desayuno, pero también deliciosas para picar durante el día.