La pitta es un típico pan calabrés, preparado con forma de rosquilla, ancho y bajo, con el agujero en el centro. Cada panadero tiene su versión, alveolado, suave, crujiente, tierno, con poca miga, pero la forma siempre permanece igual, y proviene del árabe, pita, pan plano. Prepararlo es facilísimo, y se puede hacer de muchas maneras, yo he preparado una versión simple de masa directa, con varios pliegues durante la fermentación, así que obtuve un buen pan suave, aunque poco complicado de preparar, y en pocas horas, gracias a la fermentación en el calor, en el horno con luz encendida y una olla de agua hirviendo, un truco que ayuda a la fermentación especialmente en períodos fríos. Es cierto que se prefieren las fermentaciones largas y con poco levadura, pero cuando se tiene poco tiempo también es útil saber cómo moverse. No es la primera vez que preparo la pitta en casa, pero esta versión es la que más me ha gustado de todas, y pienso que también es muy fácil de replicar, por eso les dejo la receta.

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Muy económico
- Tiempo de reposo: 5 Horas
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 1
- Métodos de Cocción: Horno
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes pitta calabrese
- 250 g harina 00
- 250 g harina 1
- 300 g agua
- 7 g levadura de cerveza fresca
- 13 g sal
- 30 g aceite de oliva + un chorrito
Herramientas para preparar pitta calabrese
- 1 Bol
- 1 Cuchara
- 1 Papel film
- 1 Bandeja para hornear
- 1 Cortador de pasta
- 1 Rodillo
Pasos para preparar pitta calabrese
En un bol grande ponemos agua ligeramente tibia y levadura, mezclamos con la cuchara para disolver la levadura. Añadimos también el aceite y mezclamos.
Empezamos a añadir las harinas, ponemos inmediatamente la mitad, luego el resto poco a poco trabajando al principio con la cuchara. Cuando hayamos llegado a 2/3 de la harina añadimos también la sal, y seguimos mezclando con la cuchara. Hacemos breves pausas durante el trabajo.
Al final añadimos toda la harina y trabajamos a mano, trabajamos bien sobre una superficie de trabajo, obtenido una masa elástica la ponemos en un bol, cubrimos con papel film, dejamos reposar al menos media hora, si es más está bien igual.
Después del primer reposo, tomamos la masa, y siempre en el bol, hacemos un pliegue, trabajando la masa a mano, basta trabajarla un minuto, formamos una bola y volvemos a dejar que fermente, cubierto. Repetimos a intervalos de media hora, o poco más durante otras 2 veces. Yo hice esta operación en un par de horas. Entonces la masa al final ya estaba fermentada.
Al final del tercer pliegue, la masa estará bien elástica, y será muy sencillo formar un pan sobre la superficie de trabajo. Ahora debemos realizar la pitta, para prepararla ponemos un chorrito de aceite sobre la superficie de trabajo, lo distribuimos para formar un círculo, untamos con el aceite también un poco el pan y lo extendemos para formar un disco, de unos 2 cm de espesor, ancho de unos 32 cm de diámetro. Usamos el rodillo para hacer el disco uniforme, sin presionar mucho.
Transferimos la pitta en una bandeja antiadherente, y aquí con un cortador de pasta de 8 cm recortamos el agujero en el centro, con la masa sobrante hice un panecillo.
Volvemos a poner en el horno a fermentar durante un par de horas, siempre al calor, y después de 2 horas, cuando la pitta esté bien hinchada estamos listos para la cocción.
Ponemos a cocer en horno caliente ventilado a 250°C por 5 minutos, luego bajamos a 220 – 200 por un total de 25 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar, luego nuestra pitta estará lista para cortar en trozos y rellenar como más guste, excelente también en lugar de pan cortado en rebanadas finas.