La cheesecake de cerezas es un postre frío que no necesita cocción y se realiza sin utilizar gelatina.
En mi jardín hay un árbol de cerezas duroni, una variedad que se distingue por sus frutas muy grandes de color rojo-negro y una pulpa jugosa. ¡Me encantan, son demasiado buenas!
Cada año las recojo junto a mi madre y hacemos una deliciosa mermelada, que luego puedo disfrutar en el desayuno durante todo el año. Sin embargo, este año guardé un poco para hacer esta riquísima cheesecake.
Perfecta para cualquier ocasión, ¡esta cheesecake de cerezas gustará a todos!
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 4 Horas
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: 8 Personas
Ingredientes
- 250 g Galletas secas
- 100 g Mantequilla
- 250 g Mascarpone
- 100 g Queso para untar
- 100 g Chocolate blanco
- 150 g nata para montar
- 65 g Azúcar glas
- 100 g Cerezas
- 150 g Cerezas
- 20 g Azúcar
Herramientas
- Batidora
- Molde
- Batidora eléctrica
Preparación
Para realizar la cheesecake de cerezas, prepara la base triturando las galletas, añadiendo la mantequilla derretida y mezclando bien. Extiende la mezcla obtenida en la base de un molde desmontable (Ø24 cm). Presiona bien ayudándote con el dorso de una cuchara y pon la base en el congelador a solidificar.
Lava y deshuesa las cerezas, tritúralas hasta obtener un puré.
En un bol bate el mascarpone con el queso para untar y el azúcar glas, hasta obtener una crema consistente.
Derrite el chocolate blanco al baño maría e incorpóralo al mascarpone. Añade a la crema las cerezas trituradas y la nata montada, mezcla los ingredientes con una espátula, con un movimiento de abajo hacia arriba, hasta obtener una crema homogénea.
Vierte la crema obtenida sobre la base de galletas, nivelando bien y coloca la cheesecake en el frigorífico, déjala reposar al menos 4 horas.
Prepara la coulis. Lava y deshuesa las cerezas, tritúralas hasta obtener un puré. Después vierte la mezcla en un cazo junto con el azúcar, y a fuego lento lleva a ebullición. Pon la salsa en un bol, deja enfriar y conserva en el frigorífico.
Cuando el postre esté bien compacto, desmóldalo y colócalo en un plato de servir, adórnalo con la coulis de cerezas y decora a tu gusto. ¡Servir y buen provecho!
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