Los palitos de Navidad de masa quebrada son unas galletas bicolores, cuya forma recuerda a los candy cane twist.
Los candy cane twist son los típicos palitos de azúcar con rayas blancas y rojas, con sabor a menta o canela, que no pueden faltar durante las festividades.
Para estas galletas he realizado la masa quebrada clásica y la de cacao; a ambas les he añadido canela para dar ese toque aromatizado que recuerda a los aromas y olores de la Navidad.
Fáciles de realizar, ¡estos palitos de Navidad de masa quebrada conquistarán a toda la familia!
Para otras recetas, mira la colección: Galletas de Navidad
Puedes regalar estas galletas dentro de una Caja de galletas de Navidad
- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 30 Minutos
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 25 Piezas
- Métodos de Cocción: Horno
Ingredientes
- 250 g harina 00
- 1 yema
- 100 g azúcar
- 150 g mantequilla
- 15 g cacao amargo en polvo
- 1 cucharadita canela en polvo
Pasos
Para realizar los palitos de Navidad de masa quebrada, en un bol vierta la harina y la mantequilla fría cortada en trozos. Amasar hasta obtener una mezcla arenosa.
Añadir la yema, el azúcar, la canela y amasar. Debe resultar una mezcla homogénea, si al principio ves que no se amasa rápidamente, no te desanimes y sigue mezclando los ingredientes. Resultará una masa muy lisa y compacta.
Dividir la masa en dos partes del mismo peso, con la ayuda de una espátula o un cuchillo.
Colocar las dos masas en dos boles separados: en uno añadir el cacao y mezclar para amalgamar.
Envolver las dos masas con film transparente y ponerlas en el frigorífico durante 30 minutos.
Pasado el tiempo de reposo, retomar las masas, enharinar ligeramente la superficie de trabajo y formar con ambas el mismo número de rollitos, de unos medio centímetro de grosor y del largo del dedo meñique.
Acercar un palito de vainilla a uno de cacao y trenzar entre sí los dos palitos. Hacer una ligera torsión para obtener un motivo trenzado.
Doblar un lado formando los clásicos palitos navideños y colocarlos en una bandeja con papel de horno.
Hornear en el horno caliente a 180°C durante unos 13-15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
Sacar del horno y dejar enfriar antes de servir. ¡Disfruta!
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