Pasos para la esterilización de tarros

• Seguramente el más usado y antiguo es el método del hervido.

  Aquí necesitamos una olla bien espaciosa, según cuántos tarros se deben esterilizar. Entonces, colocamos un paño en el fondo de la olla, añadimos los tarros y las tapas (que se deben poner por separado) y colocamos otro paño entre los diferentes tarros para que, durante el hervor, no choquen entre ellos.

  Luego añadimos el agua del grifo hasta cubrir completamente los tarros, encendemos el fuego, y llevamos a ebullición. En este punto continuamos hirviendo los tarros, a fuego bajo y con la tapa puesta, durante 30 minutos. Pasado el tiempo, apagamos el fuego y dejamos enfriar en su agua. Solo una vez que estén completamente fríos, podemos extraerlos.

  Entonces, extraigámoslos con unas pinzas y coloquémoslos boca abajo sobre un paño limpio durante unos diez minutos y luego gíralos boca arriba para que se evapore el agua que pueda quedar.

  Finalmente, llénalos con nuestra conserva.

• Este método es sin duda el más rápido pero el menos usado, ya que las tapas no se pueden poner en el microondas, por lo que hay que hervirlas o meterlas en el horno tradicional.

  De todas formas, aquí metemos los tarros llenos a la mitad de agua y ponemos el microondas a la máxima potencia hasta que el agua en los tarros empiece a hervir y llegue hasta el borde. En este punto, los tarros estarán esterilizados y podremos sacarlos del microondas con unas pinzas y colocarlos sobre un paño limpio. Dejémoslos enfriar y llénalos con nuestras conservas.

• Encendemos el horno a 130 grados y colocamos un paño limpio en el fondo de la rejilla del horno. Llegado a la temperatura, añadimos los tarros y las tapas ayudándonos con unas pinzas o con otro paño limpio, y los dejamos durante 30 minutos. Pasado el tiempo, los sacamos del horno con una agarradera y los dejamos enfriar sobre un paño. Una vez fríos estarán listos para ser llenados.