Los pasteles salados son definitivamente una excelente opción para salvar la cena. El secreto es asegurarse de que sean sabrosos y apetitosos.
Y si son ricos, también actúan como una comida completa, como este pastel bicolor de calabacines y zanahorias.
Preparado con una base de masa quebrada y un relleno de ricotta aromatizada con hierbas, todo adornado con las verduras colocadas en espiral.
Sabroso y muy vistoso, gusta incluso a los más pequeños.
Ideal para servir como segundo plato o como apericena, además se puede servir también frío.
Con los pasteles salados siempre satisfaces a todos. Incluso con pocos ingredientes se puede lograr un excelente resultado. De hecho, se les llama «vacía neveras».
No me gusta particularmente la carne, por lo que para mí son realmente valiosos, también porque siempre los enriquezco con muchas verduras, sin las cuales no podría vivir.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Todas las estaciones
Ingredientes para la preparación del pastel bicolor
- 3 calabacines
- 3 zanahorias
- 1 masa quebrada
- 500 g ricotta
- 80 g queso parmesano rallado
- 1 huevo
- c.s. mejorana
- c.s. perejil
- c.s. sal fina
- c.s. aceite de oliva virgen extra
Herramientas
- 1 Mandolina
- 1 Bol
- 1 Tenedor
- 1 Molde
- 1 Espátula
Pasos para la preparación del pastelito bicolor
Para preparar el riquísimo pastelito bicolor de calabacines y zanahorias, comenzamos pelando las verduras y retirando los extremos. Luego, con una mandolina cortémoslas en rodajas verticales
de un grosor como en la foto, deben ser bastante finas.
Mientras tanto, en un bol ponemos la ricotta, el queso parmesano rallado, el huevo y la sal
y por último la mejorana y el perejil seco o fresco, espolvoreamos generosamente. Luego, con un tenedor mezclamos bien todo y dejamos reposar.
Mientras tanto, en un molde de horno de 24 cm, extendemos la masa quebrada con papel de horno, dejando que sobresalgan los bordes de manera uniforme unos pocos centímetros, y rellenamos nivelando bien con una espátula de cocina.
En este punto, colocamos las rodajas de calabacines y zanahorias en espiral, alternándolas hasta cubrir todo el molde. Finalmente, salamos las verduras por encima y rociamos con un poco de aceite de oliva virgen extra. Finalizamos horneando a 180 grados en horno estático durante unos 30-35 minutos, hasta que esté dorado.
Terminada la cocción, dejamos enfriar y servimos tibio y… ¡buen provecho!
Conservación y notas
El pastel bicolor de calabacines y zanahorias se conserva por dos días en la nevera. Antes de servir, recomiendo calentarlo por unos minutos en el horno estático.
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