El semifrío de fresa es un postre italiano fresco y cremoso, perfecto para el verano.
Se sitúa entre el helado y la mousse, gracias a su consistencia suave y esponjosa, que se obtiene incorporando la nata montada.
De sabor delicado y fresco, con un equilibrio entre la dulzura de la nata y la acidez natural de las fresas que conquista desde el primer bocado.
El aroma es afrutado y tentador, evocando inmediatamente la idea de un postre veraniego y refrescante que hace felices las papilas gustativas.
Las fresas frescas, batidas hasta obtener un puré suave, aportan la nota afrutada que caracteriza el postre. Este puré se mezcla con azúcar para equilibrar la acidez natural de la fruta e intensificar su sabor.
Necesita tres pasos en el congelador, pero el procedimiento es realmente simple.
El resultado es un sabor delicado y refrescante, donde la dulzura de la nata y el azúcar se fusiona armoniosamente con las notas afrutadas y ligeramente ácidas de las fresas.
Este postre es ideal para cerrar una comida con elegancia, gracias a su ligereza y la sensación de frescura que deja en el paladar. Es perfecto para ocasiones especiales como cenas importantes, fiestas, o simplemente para un momento de dulzura en familia durante la temporada de verano.
Generalmente se sirve en rodajas, se puede presentar en moldes individuales o en un molde único del cual luego se corta en porciones, como en este caso.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 5 Horas
- Tiempo de preparación: 20 Minutos
- Porciones: 4
- Métodos de Cocción: Sin cocción
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes para la preparación del semifrío de fresa
- 500 ml nata para montar
- 170 g leche condensada
- 3 cucharadas azúcar granulada
- 500 g fresas
- c.s. jarabe de fresa
Herramientas
- 1 Batidora eléctrica
- 1 Bol
- 1 Espátula
- 1 Molde
- Películas para alimentos
- 1 Licuadora
Pasos para la preparación del semifrío de fresa
PARA UNA PREPARACIÓN PERFECTA MIRA LA VIDEO RECETA
Toma un bol y vierte la nata para montar. Añade dos cucharadas rasas de azúcar granulada y monta con una batidora eléctrica hasta obtener la consistencia adecuada.
Añade la leche condensada y mezcla suavemente de arriba hacia abajo hasta obtener una mezcla homogénea.
Forra un molde 20×10 con película alimentaria y vierte la mitad de la mezcla.
Coloca en el congelador al menos 1 hora.
Mientras tanto, lava bien las fresas bajo el agua, sécalas con papel absorbente y bátelas con una licuadora y añade una cucharada rasa de azúcar y reserva.
Transcurrido el tiempo de reposo en el congelador, vierte el puré de fresas y nivela. Vuelve a colocar en el congelador por otras 2 horas.
Finalmente, añade la última capa de nata montada y leche condensada, nivela nuevamente con la ayuda de una espátula, y vuelve a colocar en el congelador por las últimas 2 horas.
Transcurrido el tiempo, saca el semifrío del congelador, adórnalo con el jarabe de fresas y, si deseas, con una fresa fresca, deja a temperatura ambiente durante unos diez minutos y ¡finalmente disfrútalo todo!
¡Y buen provecho de parte de Bárbara!
Consejos y conservación
Una de las características prácticas del semifrío es su fácil conservación. Puede prepararse con antelación y conservarse en el congelador hasta el momento de servir. Es recomendable sacarlo del congelador unos minutos antes de servirlo, para que alcance la temperatura ideal para degustarlo, que es ligeramente inferior a la del helado pero superior al congelado. Este trámite permite al semifrío mantener su consistencia cremosa y esponjosa, ofreciendo una sensación de frescura al paladar sin ser demasiado frío.
Elige ingredientes de calidad y fresas maduras frescas.
