La tarta verde es una receta típica de Liguria, famosa, muy apreciada y deliciosa.
Es imposible venir a Liguria y no probarla, de hecho, quien viene generalmente se lleva un suministro para casa. Sus orígenes se remontan a las tradiciones campesinas de la región, donde era común preparar tartas saladas utilizando ingredientes simples y de temporada, a menudo recolectados directamente del huerto.
Nació como un plato único o para llevar al campo durante las jornadas de trabajo. La tarta verde también se consumía en días festivos o en ocasiones de fiestas y ferias locales. La receta, como muchas de la cocina ligur, varía un poco de una familia a otra y de un pueblo a otro, con la adición o no de ingredientes como calabaza y acelgas.
Esta versión la he preparado con los calabacines de Albenga llamados Trombetta, y con pasta matta hecha en casa. Tranquilos, para quienes no tengan este tipo de calabacín, se puede hacer perfectamente con los que se encuentran en el mercado.
La pasta matta es una masa elaborada solo con harina, agua, aceite y sal. Fácil de preparar si se tienen las dosis correctas, como os daré yo, hacerla será muy sencillo.
La tarta verde se puede disfrutar en cualquier momento del día, es muy cómoda para llevar en excursiones, como merienda en la playa o incluso como cena única ya que es un plato completo. Muy a menudo en verano la preparo por la mañana para la noche y luego la sirvo con una buena ensalada de tomates que aquí llamamos condiglione, que pronto os presentaré, así por la noche en un momento tengo la cena lista.
A mis hijos siempre les ha encantado, incluso cuando eran más pequeños. Y mi sobrino que solo tiene 9 años, la única manera de hacerle comer verduras es hacerle esta tarta.
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- Dificultad: Fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de preparación: 40 Minutos
- Porciones: 6
- Métodos de Cocción: Horno eléctrico
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Primavera, Verano
Ingredientes para la preparación de la tarta verde
- 1 1/2 kg calabacines
- 90 g arroz
- 120 g parmesano rallado
- 2 huevos
- c.s. sal
- 1/2 cebolla
- 200 g harina tipo 1
- 100 g vino blanco
- 60 g aceite de semillas
- 6 g sal
- c.s. aceite de oliva virgen extra
Herramientas para la preparación de la tarta verde
- 1 Picadora
- 1 Bol
- 1 Tenedor
- 1 Cuchara
- 1 Bol
- 1 Tabla de amasado
- 1 Rodillo
- 1 Rueda cortapasta
- 1 Molde para hornear
Pasos para la preparación de la pasta matta
Empezamos tomando un bol.
Luego agregamos la harina, la sal, el vino blanco y el aceite de semillas. Posteriormente, con una cuchara mezclamos toscamente para luego verter la masa sobre una tabla de amasado. Comenzamos así a amasar enérgicamente con las manos durante unos minutos hasta obtener una masa lisa y compacta. Luego, la envolvemos con papel transparente y la dejamos reposar en la nevera durante aproximadamente media hora.
Pasado el tiempo de reposo, la colocamos nuevamente en la tabla de amasado, la enharinamos bien y la dividimos en dos, pero no en partes iguales, sino que una será 1/3 de la otra, ya que la base necesitará ser más grande que la tapa.
Luego tomamos el rodillo y extendemos la masa hasta obtener una lámina bastante delgada para la base, mientras que para la tapa, la extendemos lo más fino posible. Recuerden mantener la masa siempre bien enharinada, de lo contrario, no podremos extenderla.
Una vez estiradas las láminas, tomamos la medida del molde dándole la vuelta sobre ellas y las cortamos a medida. La base, obviamente, deberá ser más grande porque tendremos que formar los bordes.
Luego, forramos un molde redondo de d. 33 con papel de horno, o lo engrasamos bien, y extendemos la base encima y dejamos a un lado.
Mientras tanto, lavamos bien los calabacines y la cebolla y los secamos con papel absorbente. Los cortamos en trozos o los picamos con la picadora a un nivel medio, ni demasiado finos ni demasiado gruesos, y los colocamos en un bol grande. Después de haber picado todos los calabacines, agregamos la sal y mezclamos. Si se forma agua, ya que los calabacines son muy acuosos, deberá eliminarse, de modo que podamos luego agregar los huevos, el arroz y el parmesano rallado. En este punto, con un tenedor batimos los huevos y con la ayuda de una cuchara mezclamos todos los ingredientes.
Finalmente, vertemos el relleno en nuestra base, lo nivelamos y cubrimos con la lámina restante.
Concluimos creando los bordes, es decir, enrollando la masa que sobresale, hacia adentro.
Aceitamos abundantemente la superficie con aceite de oliva virgen extra y horneamos a 180 grados durante unos 40 minutos o hasta que esté dorada. Cocción en freidora de aire a 170 grados durante 30 minutos o hasta que esté dorada.
Pasado el tiempo de cocción, la sacamos del horno, dejamos enfriar y servimos… ¡buen provecho!
Consejos y notas
En mi receta pongo todo en crudo, incluso el arroz, que se cocina perfectamente gracias al agua que en la cocción forman los calabacines. Si la quieres aún más sabrosa, sin embargo, puedes sofreír la cebolla con un poco de aceite de oliva y añadirla así al relleno.
Una vez cocida y dejada enfriar a temperatura ambiente, la tarta verde se puede conservar en el frigorífico durante 2-3 días. Envuélvela en film transparente o consérvala en un recipiente hermético para evitar que absorba olores o se seque.
Antes de consumirla, puedes recalentarla en el horno a 150°C durante unos 10-15 minutos o disfrutarla también a temperatura ambiente.
Se puede congelar.
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