Pasos

• Para preparar estos deliciosos dulces, primero, pon la harina de almendras en un bol grande. Pela las naranjas sin la parte blanca y mézclalas con 60 g de azúcar tomado del total. Agrega las cáscaras de naranja trituradas a la harina y también la ampolla de aroma de almendra y mezcla. Prepara un jarabe que servirá para ligar. Pon en un cazo el azúcar y el agua, ponlo a fuego bajo y deja que el azúcar se disuelva sin remover. Mientras tanto, tamiza 20 g de azúcar glass y 20 g de harina. Cuando el jarabe esté listo, viértelo en el bol de la harina junto con la mezcla de harina y azúcar glass tamizados y luego añade también la levadura y el amoniaco para dulces. La masa estará muy húmeda y desmenuzada, así debe ser. Cúbrela con un paño húmedo y déjala reposar durante 12 horas. Pasadas las 12 horas, monta ligeramente las claras con un batidor de mano, cuando empiecen a hacer pequeñas burbujas, añádelas al resto de los ingredientes, comienza a amasar con las manos hasta que la masa se compacte. Espolvorea la superficie de trabajo con azúcar glass, divide la masa en cuatro partes y forma gruesos cilindros. Corta rebanadas de aproximadamente 1 cm de grosor y, con la ayuda de las manos, intenta darles forma de rombo o gota. Vierte en un bol un poco de almidón de maíz. Sumerge la base de los ricciarelli en el almidón de maíz y la superficie en el azúcar glass que habrás puesto en otro bol. Coloca todos los ricciarelli en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y hornea a 180 grados durante 10/20 minutos. Los ricciarelli estarán cocidos cuando se formen pequeñas grietas en la superficie. En ese momento, sácalos del horno y si aún están un poco blandos, no te preocupes, déjalos enfriar y tomarán la consistencia adecuada.