Cómo congelar los calabacines para el invierno, el mejor método para conservarlos
Los calabacines son una de las hortalizas de verano más utilizadas en la preparación de recetas que van desde el entrante hasta el postre. El aporte calórico es muy bajo porque contienen mucha agua, pero también tienen un buen porcentaje de fibra, minerales y vitaminas.
Ya sea crudo en ensalada, a la parrilla, relleno, triturado en una crema o protagonista de un plato principal, el calabacín se presta a infinitas interpretaciones. Su sabor delicado permite crear platos sencillos muy sabrosos, os dejo una breve recopilación con 15 recetas para probar «Cómo cocinar los calabacines para cenar».
El calabacín es el fruto inmaduro de la planta Cucurbita pepe y pertenece a la familia de las cucurbitáceas. La cosecha va de mayo a septiembre, pero según el clima también se pueden encontrar en otoño. En el supermercado se compran todo el año, pero en invierno encontraréis productos poco sabrosos debido a la cultivo en invernadero o en otros continentes.
Cómo comprar los calabacines
Los calabacines de verano son mucho más sabrosos y tienen un tiempo de conservación más largo en comparación con las variedades de invierno. Cuando los compréis, evitad frutos que no estén firmes, con manchas oscuras o cortes.
Cómo conservar los calabacines
Los calabacines se conservan en el frigorífico, preferiblemente en una bolsa de papel durante 6/7 días, pero os aconsejo consumirlos rápidamente porque se deterioran muy rápidamente.
Cómo congelar los calabacines
Si cultiváis sus plantas o las compráis a los agricultores y tenéis en abundancia, podéis congelarlas para consumirlas en invierno. Sé que os parecerá uno de los típicos artículos que se encuentran en la red, pero hoy os explicaré el mejor método para conservarlas aprendido del libro «La Ciencia de las verduras» de Dario Bressanini: el blanqueo.
He leído muchos artículos en los últimos días y debo decir que cada uno los conserva a su manera, algunos los congelan crudos, otros los cocinan, otros los sazonan con aceite y hierbas aromáticas y los congelan después de la cocción y así sucesivamente. Estos métodos no son del todo incorrectos, pero no permiten una conservación óptima.
Antes de pasar al procedimiento os dejo algunas recetas para probar:

- Dificultad: Muy fácil
- Costo: Económico
- Tiempo de reposo: 10 Minutos
- Tiempo de preparación: 15 Minutos
- Porciones: para 1 kg de calabacines
- Métodos de Cocción: Hervido
- Cocina: Italiana
- Estacionalidad: Verano, Otoño
- Energía 21,00 (Kcal)
- Carbohidratos 3,11 (g) de los cuales azúcares 0,00 (g)
- Proteínas 2,71 (g)
- Grasa 0,40 (g) de los cuales saturados 0,08 (g)de los cuales insaturados 0,20 (g)
- Fibras 1,10 (g)
- Sodio 15,00 (mg)
Valores indicativos para una ración de 100 g procesada de forma automatizada a partir de la información nutricional disponible en las bases de datos CREA* y FoodData Central**. No se trata de consejos alimentarios y/o nutricionales.
* CREATES Centro de Investigación sobre Alimentación y Nutrición: https://www.crea.gov.it/alimenti-e-nutrizione https://www.alimentinutrizione.it ** Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Servicio de Investigación Agrícola. FoodData Central, 2019. https://fdc.nal.usda.gov
Ingredientes
- 1 kg calabacines
- c.s. agua
- c.s. hielo
Herramientas
- 1 Cacerola
- 1 Bol
- 1 Bandeja
- Papel absorbente
- 1 Espumadera
Procedimiento
Como os decía en la introducción de mi artículo, el mejor método para conservar los calabacines es el blanqueo que consiste en una breve cocción en agua hirviendo y un enfriamiento posterior en agua y hielo.
El blanqueo permite bloquear casi completamente las enzimas oxidativas de los calabacines que podrían deteriorarlos incluso en el congelador, por eso antes escribí que los otros métodos de conservación de los calabacines en el congelador no son correctos.
Este método os permitirá mantener el color y el sabor inalterados aunque habrá una ligera pérdida de consistencia, pero esto es absolutamente inevitable si se quieren congelar hortalizas como el calabacín que contienen mucha agua.
Para explicaros el procedimiento correcto me he basado en los conocimientos aprendidos del libro «La Ciencia de las verduras» de Dario Bressanini.
Lavad bien los calabacines bajo agua corriente para eliminar residuos de tierra y cortad los extremos de ambos lados. Cortadlos en rodajas de 5 mm de grosor (es importante que las dimensiones de las rodajas sean idénticas para obtener una cocción homogénea y es importante que no sean demasiado grandes para obtener una congelación más rápida).
Llenad una olla de agua y llevadla a ebullición, cocinad los calabacines durante 3 minutos. Si son muchos, como en este caso, no los blanqueéis todos juntos, de lo contrario, la temperatura del agua disminuirá notablemente y tardará mucho en volver a hervir, blanqueadlos poco a poco.
Escurrid los calabacines con una espumadera e introducidlos en agua y hielo para detener la cocción.
Extendédlos sobre una bandeja cubierta con papel de cocina y secadlos bien golpeándolos suavemente, luego colócadlos en una bandeja en una sola capa y ponedlos en el congelador.
Cuando estén congelados, transferidlos a bolsas de congelación tratando de sacar la mayor cantidad de aire posible.
La mejor manera de cocinar los calabacines congelados es utilizarlos sin descongelar, de lo contrario, tendrán una mayor pérdida de consistencia y se volverán blandos.
Si tenéis que cocinar, por ejemplo, los calabacines en sartén, sofreíd el ajo con aceite de oliva, añadid los calabacines congelados y cocinad como lo haríais con el procedimiento clásico.
Notas
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