Para esta receta de pasta con pesto y bechamel he utilizado pesto listo envasado, ya que el albahaca fresco ahora empieza a escasear. La salsa bechamel cremosa y suave está cocinada a mi manera :). Además, me gusta esta pasta fácil de preparar ya que es simple y rápida. El pesto mezclado con la bechamel se convierte en una crema realmente delicada para el paladar.
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 30 Minutos
- Porciones: 4 personas
- Métodos de Cocción: Hornillo
- Cocina: Italiana
Ingredientes
- 350 g Pasta (Formato macarrones)
- 100 g Pesto alla Genovese (Cualquier pesto de albahaca está bien)
- 400 ml Leche
- 20 g Mantequilla
- 30 g Harina
- q.b. Sal
- q.b. Pimienta negra
- q.b. Nuez moscada
- 30 g Grana padano (Rallado)
Herramientas
- Olla
- Cacerola pequeña
Preparación
En una cacerola pequeña calentar un vaso de leche. En una cacerola disolver la harina en un poco de leche fría y poner al fuego con la mantequilla. Mezclar y añadir entonces poco a poco la leche caliente.
Remover a menudo para que no se formen grumos, y cuando la salsa se espese añadir la sal, la pimienta, una pizca de nuez moscada y finalmente una cantidad de queso grana rallado.
Cocinar la salsa durante unos 6/7 minutos removiendo siempre con la cuchara.
Mientras tanto, cocer los macarrones al dente en una olla con abundante agua, durante unos 8/9 minutos desde que hierva.
Escurrir la pasta y volver a ponerla en la olla.Verter dentro la salsa bechamel previamente mezclada con el pesto sobre la pasta y remover. Servir caliente la pasta con pesto y bechamel. Añadir en la mesa también queso grana rallado para quien lo desee. Esta receta fácil es una idea para no renunciar a un buen plato de pasta, incluso cuando se está solo.
Pasta con pesto y bechamel
Consejos para la receta de pasta con pesto y bechamel: En verano cuando el albahaca fresca es abundante, se puede aprovechar el pesto fresco preparándolo al momento. El pesto casero también se puede usar en invierno congelándolo en el congelador en pequeñas dosis. Sin embargo, es bueno consumir el pesto congelado en un plazo de cuatro meses.
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